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el Mediodia de Jerusalén*: uo habiendo quien les haga resistencia ni les dispute la entrada, podrán muy bien entrar entonces uno á uno: es decir, sin temor ni recelo: sin oposicion: como puede entrar una familia en su propia casa. Porque entonces (sigue diciendo) despues de evacuado el país, y preparada la habitacion, se tocará una trompeta metafórica, grande y sonora, á cuya voz vendrán y se congregarán aun los que se pensaban perdidos en la tierra de los Asirios, que no pueden ser otros, que las reliquias de las diez tribus, que llevó cautivas Salmanasar, las cuales, ni volvieron en tiempo de Ciro, ni se sabe precisamente donde están: solo se sabe en general, que toda el Asia, no menos que la Europa, esta llena de Judios, conocidos solamente por este nombre general: y sucederá: Que en aquel dia resonará una grande trompeta, y ven· drán los que se habian perdido de tierra de los Asirios. y los que habian sido echados en Tierra de Egipto, y adorarán al Señor en el santo monte en Jerusalént. Ved aora si tenemos razon los míseros hijos de Abrahán para creer y esperar, que algun dia cumplirá Dios plenamente aquella promesa que hizo á su mayor y mas fiel amigo, por estas precisas palabras: A tu posteridad daré esta tierra desde el rio de Egipto hasta el grande rio Eufrates.

58. Naturalmente deseareis saber, ¿por qué no les cumplió Dios plenamente esta promesa, cuando los sacó de Egipto? A lo cual os respondo en breve, remitiéndoos á la relacion de su viaje por el desierto, que hallareis en los libros de Moisés, y tambien en los dos libros de Josué y de los Jueces, lo primero: sus pecados en el desierto

* Revertetur omnis terra usque ad desertum,... (seu vertetur tamquam planities) de colle Remmon ad Austrum Jerusalem.-Zachar. xiv, 10.

↑ Et erit: In die illa clangetur in tuba magna, et venient qui perditi, fuerant de terra Assyriorum, et qui ejecti erant in Terra Ægypti, et adorabunt Dominum in monte sancto in Jerusalem. — Isat. xxvii, 13.

fueron tan frecuentes, tan graves y tan inescusables, que el Señor dió muestras un dia de quererlos esterminar del todo, y para no hacerlo, como ellos ciertamente lo merecian, movió el corazon de su fiel siervo, para que intercediese por ellos, y lo aplacase con aquella sencilla y animosa disyuntiva: ó perdónales esta culpa, ó si no lo haces, bórrame de tu libro... A lo cual el gran Dios, lejos de indignarse le respondió con una blandura admirable, digna de un verdadero amigo: Al que pecare contra mí, le borraré de mi libro: Mas tú anda, y lleva ese pueblo á donde te he dicho*. Y aunque por entonces quedó aplacado, como no por eso cesaron los pecados del ingratísimo pueblo, antes fueron cada dia mas y mayores, les juró un dia en medio de su indignacion, que no entrarian en su descanso, ó no les daría todo lo que pensaba darles+. Este juramento de Dios les trae á la memoria S. Pablo, y con él les prueba que aunque Josué los introdujo en la Palestina, no se les cumplieron por entonces las promesas de Dios con toda plenitud: Porque si Jesus les hubiera dado el reposo, jamás en adelante hubieran hablado de otro dia. Por lo cual queda el sabatismo para el pueblo de Dios ‡.

59. La segunda razon mas inmediata de no habérseles cumplido entonces plenamente, así estas como las otras promesas de Dios, fué, porque ellos no quísieron esterminar todas aquellas gentes que Dios espresamente les mandaba, antes se acomodaron con ellas, y aun se unieron recíprocamente por medio de matrimonios ilícitos, que les prohibia su ley. Por lo cual, pasados algunos años, estan

Aut dimitte eis hanc noxam, aut si non facis, dele me de libro tuo... Qui peccaverit mihi, delebo eum de libro meo: Tu autem vade, et duc populum istum quò locutus sum tibi. — Exod. xxxii, 31, 32, 33 et 34.

↑ Ut juravi in ira mea: Si introibunt in requiem meam. Ps. xciv, 11.

Nam si eis Jesus requiem præstitisset, numquam de alia loqueretur post hac die. Itaque relinquitur sabbatismus populo Dei.Ad Heb. iv, 8 et 9.

do congregados en cierto lugar, que despues se llamó el lugar de los que lloran, les envió el Señor un angel, que les dió sobre esto como la última sentencia definitiva, por estas palabras... Yo os saqué de Egipto é introduje en la tierra, por la que juré á vuestros padres... Mas con la condicion de que no harias alianza con los habitadores de esta Tierra, sino que derribarias sus altares: y no habeis querido oir mi voz: ¿por qué habeis hecho esto? Por lo mismo no he querido esterminarlos de vuestra presencia: para que los tengais por enemigos, y sus dioses sean para vuestra ruina*. Mas sea lo que fuere de este primer punto, vengamos al segundo que es el principal.

SEGUNDA OBSERVACION.

60. ¿Qué dia 6 tiempo es este de que habla esta profecía? Yo observo en primer lugar, que en todo este capítulo xxvii de Isaías se anuncian claramente cuatro misterios, ó cuatro grandes sucesos, que parecen todavia muy futuros. De todos cuatro se dice que sucederán en aquel dia, sin decirnos determinadamente el dia en que deben suceder. Solo parece cierto, que todos cuatro deben suceder en un mismo dia (no se habla aquí de un dia natural de doce ó veinte y cuatro horas), ya por estar todos cuatro juntos y seguidos en un mismo capítulo, que empieza con estas palabras, en aquel dia: ya tambien porque á cada uno en particular se le anteponen las mismas palabras en aquel dia: lo cual parece una señal sensible y clara, de que el mismo dia sirve para todos. Esto supuesto, discurrimos así.

61. Cuatro sucesos ó misterios que hasta aora no se han

Eduxi vos de Ægypto, et introduxi in Terram, pro qua juravi patribus vestris... Ita dumtaxat ut non feriretis fœdus cum habitatoribus Terræ hujus, sed aras eorum subverteretis: et noluistis audire vocem mean: cur non fecistis? Quam ob rem nolui delere eos à facie vestra: ut habeatis hostes, et dii eorum sint vobis in ruinam. Judic. ii, 1, 2 et 3.

verificado, están claramente anunciados para un mismo dia, sin saberse de cierto para que dia. En medio de esta incertidumbre, tenémos la fortuna de hallar en la Escritura de la verdad, el dia preciso en que debe suceder el uno de ellos: esto es, el primero: ; no bastará esta noticia para concluir al punto, que los otros tres sucederán el mismo dia? Ved pues aora este descubrimiento: el primer misterio con que empieza la profecía es este: En aquel dia visitará el Señor con su espada dura, y grande, y fuerte, sobre Leviatan serpiente rolliza, y sobre Leviatán serpiente tortuosa, y matará la ballena que está en el mar*. El testo considerado en sí mismo, parece ciertamente oscurísimo; ni se sabe de que misterio habla, ni de que tiempo: mas si tomamos en la mano aquella clarísima antorcha, que en otra parte dejamos encendida, al punto se aclara todo: al punto se conoce y se ve con los ojos, así el misterio como el tiempo en que debe suceder; traed á la memoria lo que queda dicho en nuestra primera disertacion sobre los Milenarios, artículo tercero, párrafo cuarto. Allí se dijo que el libro dívino y admirable del Apocalipsis, es una verdadera luz que alumbra y guia en los pasos mas oscuros y dificiles de los Profetas, y como una llave maestra que abre las puertas mas cerradas. Allí se dijo, y tambien se probó con toda la evidencia que cabe en el asunto, que la prision del dragon ó serpiente, que se llama diablo y Satanás†, con todas las circunstancias que dice S. Juan en el capítulo xx, no es un suceso muy pasado, sino todavia futuro: reservado visiblemente para despues de la muerte de la bestia, 6 ruina total del Anticristo. Y como esta bestia ó este Anticristo, como tambien queda probado y aun demostrado en el fenómeno cuarto, ha de ser muerto y destruido enteramente en el dia grande del Señor, cuando venga en gloria y magestad:

In die illa visitabit Dominus in gladio suo duro, et grandi, et forti, super Leviathan serpentem vectem, et super Leviathan serpentem tortuosum, et occîdet cetum, qui in mari est.-Isai. xxvii, 1. + Qui vocatur diabolus, et Satanas. - Apoc. xii, 9.

en este mismo dia deberá suceder la prision del dragon, ó lo que es lo mismo de la serpiente tortuosa, con la espada del Señor, dura, y grande, y fuerte.

62. Comparad aora los dos testos de Isaías y de S. Juan, vereis en ambos el mismo misterio, anunciado con diversas palabras, y que S. Juan, segun sus continuas alusiones á todas las Escrituras, alude aquí manifiestamente á este lugar de Isaías. Isaías dice que en aquel dia, sin decir en cual dia, visitará el Señor á la serpiente con su espada dura, grande, y fuerte. S. Juan, nombrando claramente el dia de la venida del Señor, y representándolo con una espada de dos filos en su boca, dice que la misma serpiente, que se llama diablo y Satanás, qne engaña á todo el mundo, será entónces visitada, encadenada y encerrada en el abismo, hasta cierto tiempo, para que no engañe mas á las gentes: hasta que sean cumplidos los mil años*. Decidme aora con sinceridad: ¿veis aquí dos misterios diversos? ¿No es claro y palpable el mismo misterio de ambas profecías? ¿Qué visita puede haber mas sensible para el diablo, ni qué espada mas dura, ni mas grande, ni mas fuerte puede esperimentar este espíritu soberbio, inquieto y malignísimo, que verse encadenado con cadenas bien proporcionadas á su naturaleza: verse encarcelado en el abismo, cerrada y sellada la puerta de su carcel, sin noticia alguna de todo lo que pasa en el mundo, y privado enteramente del egercicio de su mas violenta pasion, que es hacer á los hombres todo el mal posible?

63. Isaías dice, que en aquel dia no solo visitará el Señor á la serpiente con su espada durá, y grande, y fuerte; sino que matará tambien el ceto ó el pez grande que está en el mart. ¿Que ceto es este que está en el mar? Leed el capítulo xiii del Apocalipsís, y lo vereis claro con noticias mas individuales. Dice S. Juan, que su bestia de siete cabezas y diez cuernos, á quienes hemos considerado en el fenómeno tercero como un cuerpo mo

* Donec consummentur mille anni.—Ap. xx, 3, et 5. + Et occidet cetum, qui in mari est. - Isai. xxvii, 1.

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