Oldalképek
PDF
ePub

ya*. ¿No lo entendeis? Confrontad aora esta metáfora con el testo mismo del Exodo, y vereis toda la propiedad. Dice Moisés, que luego que Faraon supo de cierto que huia todo Israél ácia el desierto, se inmutó su corazon y con él toda su corte; mudóse el corazon de Faraon y el de sus siervost: y sin perder tiempo dió luego órden á sus capitanes que juntasen todos sus egércitos, y él mismo montando en su carro hizo que le siguiesen seiscientos carros escogidos y todos los carros que se hallaron en Egipto: y los capitanes de todo el egército. ¿Para qué todo este aparato? Para seguir á Israél que huye, y hacerlo volver á su servicio: con el fin de que fuese arrebatado de la corriente. Veis aquí, pues, el gran rio de agua que Faraon arrojó de su boca: esto es, por orden y mandato suyo, esprimido con su palabra. Si acaso estrañais, que los egércitos de Faraon se espliquen con la metáfora de un rio de agua, podeis traer á la memoria, que en Isaías se usa de la misma metáfora. para anunciar la venida de los egércitos del rey de Asiria contra todo Israél: Por esto he aquí que el Señor traerá sobre ellos aguas del rio fuertes y abundantes, al rey de los Asirios, y todo su poder; y subirá sobre todos sus arroyos, y correrá sobre todas sus riberas §.

119. Dice mas Moisés, que estando las tropas de Faraon, ó el rio que habia salido de su boca, á vista de Israél, que estaba acampado en las orillas del mar Rojo, el mismo mar lo ayudó en aquel terrible conflicto; porque abriendo

Et adjuvit mare, filios Israël (seu mulierem), et aperuit mare os suum, et absorbuit flumen, quod misit Pharao de ore suo. Vide Apoc. xii, 16.

+ Immutatumque est cor Pharaonis, et servorum ejus.- Exod. xiv, 5.

Et quidquid in Ægypto curruum fuit: et duces totius exercitùs. Exod. xiv, 7.

[ocr errors]

§ Propter hoc ecce Dominus adducet super eos aquas fluminis fortes et multas, regem Assyriorum, et omnem gloriam ejus : et ascendet super omnes rivos ejus, et fluet super universas ripas ejus. Isai. viii, 7.

su boca, ó dividiéndose en dos partes, dió paso franco á los fugitivos, y cuando estos llegaron á la otra parte, cerró su boca sobre los enemigos que los seguian: los envolvió el Señor en medio de las olas. Y se volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballeria de todo el egército de Faraon, que habian entrado en la mar en su seguimiento: ni uno solo quedó de ellos*. Comparad aora este testo con aquel otro Mas la tierra ayudó á la muger: y abrió la tierra su boca, y sorbió el rio, que habia lanzado el dragon de su boca: : y me parece que no podreis menos que reconocer dos misterios del mismo Israél, uno ya pasado y otro todavia futuro, cuando el mismo Dios saque segunda vez su mano omnipotente para poseer las reliquias de Israel +.

120. Con la combinacion atenta y juiciosa de estos dos lugares del Apocalipsis y del Exodo, salta luego á los ojos, y se presenta como de suyo la inteligencia facil y llana de muchísimas profecías, que anuncian claramente á las reli quias de Israél cosas muy semejantes y aun mayores que las que sucedieron en su salida de Egipto. Primeramente: se entiende al punto, solo con leerlo, todo el misterio de la espedicion de la muchedumbre de Gog, de que se habla difusamente en los dos cap. xxxviii y xxxix de Ezequiel. Esta espedicion la pone este profeta luego inmediatamente despues de la resurreccion metafórica de los huesos áridos y secos de todo el capítulo xxxvii, en el cual esplicando el mismo Dios la metáfora, acaba con decir entre otras cosas: He aquí yo tomaré á los hijos de Israel de en medio de las naciones, á donde fueron: y los recojeré de todas partes, y los conduciré á su tierra‡. Concluido este misterio de

* Et involvit eos Dominus in mediis fluctibus. Reversæque sunt aquæ, et operuerunt currus, et equites cuncti exercitûs Pharaonis, qui sequentes ingressi fuerant mare: nec unus quidem superfuit ex, eis. Exod. xiv, 27 et 28.

+ Isai. xi, 11.

Ecce ego assumam filios Israël de medio nationum, ad quas abierunt et congregabo eos undique, et adducam eos ad humum suam, &c.- Ezech. xxxvii, 21.

:

la vocacion y asuncion de Israél, empieza luego á profetizar la muchedumbre de gentes de varias partes y naciones, que han de ir contra el mismo Israél, á la tierra que se ha salvado de la espada, y se ha recojido de muchos pueblas á los montes de Israel... Y (hablando con el mismo Israél le dice) subiendo vendrás como tempestad, y como nube, para que cubras la tierra tú y todas tus huestes, y muchos pueblos contigo*. ¿Quién no ve aquí el gran rio de agua que arroja de su boca el dragon contra la muger que huye? La tierra ayudó á la muger, dice S. Juan, porque abriendo su boca se tragó toda el agua del gran rio. Esto mismo dice Ezequiel anunciando el fin de toda aquella infinita muchedumbre; Y sucederá en aquel dia (dice el Señor): daré á Gog un lugar famoso para sepulcro en Israel: el valle de los que van ácia el Oriente de la mar, que hará pasmar á los que pasen: y enterrarán allí á Gog, y toda su muchedumbre, y será llamado el valle de la muchedumbre de Gog†. Otras muchas observaciones se pueden hacer facilmente sobre esta profecía, si se lee con esta advertencia, en lo cual ya no puedo aora dete

nerme.

121. Demas de esto se entienden asimismo otros lugares de los Profetas, como el capítulo xvi de Isaías, que observaremos de propósito en el fenómeno siguiente, párrafo último. Se entiende todo el cántico de Habacuc, cap. iii, se entiende todo el capítulo último de Zacarias, y por abreviar, se entiende tambien la celebre profecía de

* Ad terram, quæ reversa est à gladio, et congregata est de populis multis ad montes Israël... Ascendens autem quasi tempestas venies, et quasi nubes, ut operias terram tu, et omnia agmina tua, et populi multi tecum, &c.— Ezech. xxxviii, 8, 9.

↑ Et erit in die illa (ait Dominus): dabo Gog locum nominatum sepulchrum in Israël: vallem viatorum ad Orientem maris, quæ obstupescere faciet prætereuntes et sepelient ibi Gog, et omnem multitudinem ejus, et vocabitur vallis multitudinis Gog. -Ezech. xxxix, 11.

Joel capítulo iii, la cual se ha pensado que habla del juicio universal, que se ha de hacer en el valle de Josafat: mas si se lee todo el capítulo seguido, parece necesario hallar otro misterio infinitamente diverso. El temor de este misterio y de las cosas particulares que aquí se anuncian, con tanta claridad, parece que es el que ha hecho sustituir en su lugar el juicio universal, del que piensan que habla Joel en estas palabras:... he aquí en aquellos dias, y en aquel tiempo, dice el Señor, cuando yo levantaré el cautiverio de Judá y de Jerusalén; juntaré todas las gentes y las llevaré al valle de Josafat: y allí disputaré con ellas en favor de Israél mi pueblo, y de mi heredad, que pusieron dispersa entre las naciones; y repartieron mi tierra, &c.* En este testo, y en todo lo que se sigue hasta el fin de la profecía reparan muchos en aquellas tres palabras: juntaré todas las gentes, y despues en aquellas otras: Salid fuera, y venid todas las gentes del contorno, y congregaos: allí hará Dios caer tus valientes. Levántense, y vayan las gentes al valle de Josafat: porque allí me sentaré para juzgar á todas las gentes al contorno†. Mas, lo primero: estas palabras, todas las gentes, en frase ordinaria de la Escritura santa significan otra cosa las mas veces, que una gran muchedumbre de varios pueblos, tribus y lenguas? ¿No se dice, por ejemplo, en Zacarias capítulo xiv: reuniré todas las gentes en batalla contra Jerusalén, y será tomada la ciudad‡? ¿No dicen las reliquias de Is

Ecce in diebus illis, et in tempore illo, cum convertero captivitatem Juda et Jerusalem; congrebabo omnes gentes, et deducam eas in vallem Josaphat: et disceptabo cum eis ibi super populo meo, et hæreditate mea Israël, quos disperserunt in nationibus; et terram meam diviserunt, &c.—Joel. iii, 1, 2.

↑ Erumpite, et venite omnes gentes de circuitu, et congregamini : ibi occumbere faciet Dominus robustos tuos. Consurgant, et ascendant gentes in vallem Josaphat: quia ibi sedebo ut judicem omnes gentes in circuitu.-Id. ib. 11, 12.

↑ Congregabo omnes gentes ad Jerusalem in prælium, et capietur civitas.-Zachar. xiv, 2.

raél en el salmo cxvii: Todas las naciones me cercaron ; mas yo tomé venganza de ellas en el nombre del Señor *? No nos enseñan los mismos doctores, sobre otros mil lugares de la Escritura, que estas palabras de todos los hijos de Israel: todas las naciones: todas las gentes: todas las familias de las gentes, &c.t, no siempre significan todos los individuos, sino algunos ó muchos de cada pueblo, ó de cada nacion? ¿Por qué, pues, entienden aquí todos los individuos del linaje humano, y estos no vivos, sino ya muertos y resucitados? Lo segundo: despues de la resurreccion universal, ¿podrán los Judios, ya restituidos á su tierra, vender á las gentes que á ellos los vendieron en otro tiempo? Pues esta es una de las cosas que dice Dios á estas gentes en esta misma profecía, ó en este juicio que hará de ellas sentado en el valle de Josafat: He aquí yo los levantaré (á los Judios) del lugar en que los vendisteis: y vuestra paga volveré contra vuestra cabeza. `Y venderé vuestros hijos y vuestras hijas por mano de los hijos de Judá, y los venderán á los Sabéos, pueblo apartado, porque el Señor hablót. O, señor mio, no perdamos tiempo: leed por vuestros ojos toda esta célebre profecía, contenida en el capítulo iii de Joel. Considerad atentamente, no una ú otra palabra de por sí, sino todas sus palabras por su órden, unidas las unas con las otras, como debe hacerse con cualquiera otra Escritura, por humana que sea; y creo firmemente que con esta sola diligencia quedarémos perfectamente de acuerdo.

122. En suma : con la combinacion de este lugar del Apocalipsis y del Exodo, se entiende todo el capítulo vii

* Omnes gentes circuierunt me: et in nomine Domini quia ultus sum in eos. - Ps. cxvii, 10.

+ Omnes filii Israël: omnes nationes: omnes gentes: universæ familiæ gentium, &c.

Ecce ego suscitabo eos de loco, in quo vendidistis eos: et convertam retributionem vestram in caput vestrum. Et vendam filios vestros et filias vestras in manibus filiorum Juda, et venumdabunt eos Sabaeis, genti longinquæ, quia Dominus locutus est.—Joel. iii, 7,8.

« ElőzőTovább »