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todas las circunstancias, así generales como particulares, que nos enseña la historia y la esperiencia. Segundo: su conversion verdadera, con todo su corazon, y con toda su alma*: su penitencia y llanto. Tercero: su restablecimiento fijo y estable en aquella misma tierra de que fueron arrojados, y esto debajo de la palabra real infalible é indefectible que les da aquel mismo Dios, que es fiel... en todas sus palabras...t de que no volverá á desterrarlos jamas y no los destruiré; y los plantaré, y no los arrancaré: dice por Jeremiast: Y los plantaré sobre su tierra: y nunca mas los arrancaré de su tierra, que les di,... dice por Amós§: y hablando con la tierra y montes de Israel, le dice por Ezequiel: y les serás por heredad, y nunca mas estarás sin ellos... Ni haré mas oir en ti la confusion de las gentes, ni tendrás que llevar jamas el oprobrio de los pueblos, y no perderás mas tu gente...||

51. Aora pues el primero de estos puntos capitales lo ve todo el mundo, y lo ve puntualmente del mismo modo que está anunciado en las Escrituras. El segundo, lo confiesan unánimemente todos los doctores, aun los mas alegóricos. Y el tercero, digo yo, ¿por qué no se recibe? ¿Acaso porque no consta de la Escritura, como los dos primeros? No, amigo, no: consta claramente de la Escritura; si no, bien escusados eran los esfuerzos que se hacen para desfigurar aquellos lugares de la misma Escritura que hablan de esto: bien escusado era el recurso tan frecuente á sentidos puramente alegóricos: y bien escusado era en • In toto corde, et in tota anima vestra. Deuter. xiii, 3. + Fidelis Dominus in omnibus verbis suis.-Ps. cxliv, 13. Et non destruam: et plantabo eos, et non evellam. Jerem. xxiv, 6.

§ Et plantabo eos super humum suam: et non evellam eos ultra de terra sua, quam dedi eis. — Amós. ix, 15.

|| Et eris eis in hæreditatem, et non addes ultra ut absque eis sis... Nec auditam faciam in te ampliùs confusionem gentium, et opprobrium populorum nequaquam portabis, et gentem tuam non amitter ampliùs... &c. — Exeq. xxxvi, 12 et 15.

este caso aquel último refugio que se nota, aun en autores prolijos y difusos: que es omitir no pocos, y pasarlos por alto. Si preguntais aora, ¿por qué no se usa esta violencia. con aquellos lugares que anuncian á los Judios íra, indignacion, destierro, castigos y plagas: ni tampoco con los que anuncian su futura conversion? la respuesta es fácil y breve: porque ni lo primero, ni lo segundo choca las ideas favorables; mas lo tercero las choca tanto y con tanta fuerza, que hay peligro evidente de que las quebrante y aniquile.

52. Yo no puedo copiar aquí todos los lugares de la Escritura que hablan claramente de esto tercero, ni mucho menos hacer sobre ellos las debidas reflexiones. Para esto solo sería necesario un grueso volúmen, aunque no considerásemos otro profeta que Isaías. Algunos de estos lugares quedan ya notados, y otros muchos mas han de ir saliendo por, precision. Apuntarémos no obstante algunos pocos, que prueban directa é inmediatamente el fin y término del destierro presente de los judios, y es el asunto particular de este primer aspecto. Importa mucho que quedémos sobre esto plenamente asegurados; pues de aquí depende la inteligencia de los otros.

SEGUNDO INSTRUMENTO.

PARRAFO II.

53. Sucederá: que en aquel dia herirá el Señor desde el cauce del rio (el Eufrates) hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, sereis congregados uno á uno, Y sucederá: Que en aquel dia resonará una grande trompeta, y vendrán los que se habian perdido de tierra de los Asirios, y los que habian sido echados en tierra de Egipto, y adorarán al Señor en el santo monte en Jerusalén*.

Et erit: In die illa percutiet Dominus ab alveo fluminis [el Eufrates] usque ad torrentem Ægypti, et vos congregabimini unus et unus filii Israël. Et erit: In die illa clangetur in tuba magna, et

54. Sobre este testo de Isaías debemos hacer dos observaciones principales, que parecen de suma importancia. Así, aunque nos detengamos un minuto mas, ó salgamos dos ó tres pasos fuera del asunto principal, deberá mirarse este defecto como del todo inescusable.

PRIMERA OBSERVACION.

55. Los límites de la tierra de promision, que señala esta profecía, son, sin duda alguna, mucho mas amplios que los que poseyeron jamás los hijos de Israél: y no obstante son precisamente los mismos que se leen espresos en a Escritura auténtica de la donacion que hizo Dios á nuestro santo y venerable padre Abrahán, como consta claramente por estas palabras: En aquel dia concertó el Señor alianza con Abrahán, diciendo: A tu posteridad daré esta tierra desde el rio de Egipto hasta el grande rio Eufrates. Conque no habiendo poseido jamás los hijos de Abrahán toda aquella porcion de tierra, que Dios les prometió, podrémos esperar de la bondad y santidad del mismo Dios, que llegará tiempo en que la posean. ¿Cuando? Cuando herirá el Señor desde el cauce del rio hasta el torrente de Egipto... Cuando resonará una grande trompeta, y vendrán los que se habian perdido + pues como dice S. Pablo, los dones y vocacion de Dios son inmutables.

...

56. Direis acaso que esto se verificó en los dias de

venient qui perditi fuerant de terra Assyriorum, et qui ejecti erant in Terra Ægypti, et adorabunt Dominum in monte sancto in Jerusalem. Isai. xxvii, 12 et 13.

In illo die pepigit Dominus fœdus cum Abraham, dicens: Semini tuo dabo terram hanc à fluvio Egypti usque ad fluvium magnum Euphratem. Gen. xv, 18.

↑ Percutiet Dominus ab alveo fluminis usque ad torrentem Ægypti... clangetur in tuba magna, et venient qui perditi fuerant... &c. Isai. xxvii, 12.

↑ Sinè pœnitentia enim sunt dona, et vocatio Dei. — Ad Rom. xi, 29.

Salomón, pues de este célebre rey, dice la divina Escritura : Tuvo tambien señorío sobre todos los reyes, desde el rio Eufrates hasta la tierra de los Filistéos, y hasta los términos de Egipto*. Mas esta potestad que egercitó Salomón, ¡á qué se reducía? La misma Escritura lo dice claramente, así en el lugar citado, como en el libro tercero de los reyes, todo el mundo... (habla manifiestamente de las tierras circunvecinas de la Asia) deseaba ver la cara del rey Salomónt. Todos los reyes ó régulos que entonces habia entre el Nilo y el Eufrates, deseaban ver por sus ojos á Salomón, que se habia hecho famosísimo por su sabiduría. Así, unos iban en persona á Jerusalén, como fué la reina de Sabá desde lo mas austral de la Arábia, otros le enviaban frecuentemente embajadas, proponiéndole sus enigmas, ó consultándole sus dudas. Al mismo tiempo le enviaban, 6 le llevaban dones y regalos de oro y plata, y otras cosas preciosas y raras que habia en sus países: Y cada uno le llevaba todos los años sus presentes, vasos de plata y de oro, vestidos y armas de guerra, y aromas tambien, y caballos y mulos. Esto es lo único que se halla en la Escritura, tocante á la potestad de Salomón sobre los otros reyes que habia entonces, desde el rio Eufrates hasta la tierra de los Filisteos, y hasta los términos de Egipto: puede ser tambien (aunque la historia sagrada no lo dice) que alguno de estos régulos pagase algun tributo á Salomón, no porque él los hubiese vencido y hecho tributarios pues sabemos que Salomón fué un rey pacífico, que jamás sacó la espada contra sus vecinos; sino porque quedaron tributarios desde el tiempo de David su padre: lo cual

Exercuit etiam potestatem super cunctos reges à flumine Euphrate usque ad terram Philisthinorum, et usque ad terminos Egypti. Paralip. ix, 26.

+ Universa terra desiderabat vultum Salominis. - Reg. lib. 3, c. x, v. 24.

Et singuli deferebant ei munera, vasa argentea et aurea, vestes et arma bellica, aromata quoque et equos et mulos per annos singulos.-3 Reg. x, 25.

leemos en el libro segundo de los reyes. Mas todo esto, ¿qué puede probar en el asunto? Es esto lo que contiene ¿ la promesa de Dios, concebida en estos términos: á tu posteridad daré esta tierra desde el rio del Egipto hasta el grande rio Eufrates? Si hay otra cosa que responder á esta dificultad, yo la ignoro absolutamente; ya porque no la hallo en los doctores, ya porque no me ocurre lo que puede decirse contra una evidencia. Así tengo por cierto, que la promesa de Dios hecha á Abrahán para su descendencia, no se ha cumplido hasta aora plenamente, sino se ha cumplido hasta aora plenamente puedo concluir sin peligro de error, que llegará tiempo en que se cumpla plenamente; pues ni el mundo se ha acabado, ni tampoco se ha acabado la descendencia de Abrahán, ni aun se ha confundido siquiera con las otras naciones.

57, Para certificarnos mas de la bondad de este conclusion, volvámos los ojos á la profecía de Isaías. En aquel dia, dice, herirá el Señor, dará golpes terribles, destruirá y arruinará (que todo esto suena el verbo herir) desde el rio Eufrates hasta el torrente de Egipto; esto es, hasta el Nilo, ó hasta el Rhinocorura, que está mas al oriente. Lo cual ejecutado, prosigue, entrarán y se congregarán en este país los hijos de Israél: uno á uno... y vosotros, hijos de Israel, sereis congregados uno á uno*. ¿Qué quiere decir esto? La espresion, aunque singular, parece propísima y naturalísima. Despues de herido todo aquel vasto país, por la mano omnipotente de Dios: despues de evacuado y desembarazado enteramente de otros pueblos y naciones, que en él habitan ó habitarán entónces; no será necesario que entren en él los hijos de Israél, como entraron la primera vez: esto es, con las armas en la mano, y en órden de batalla, no habiendo en todo el país habitador alguno; pues, como tambien anuncia Zacarías: volverá toda la tierra hasta el desierto... (ó volverá como llanura) como lee Vatablo, desde el collado Remmón hasta

Unus et unus... et vos congregabimini unus et unus filii Iraël. Vide Isat. xxvii, 12.

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