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Testamento mismo. La noticia es cierta y segura, y sobre esta certidumbre y seguridad, se trabaja muchos siglos ha, en que todos la crean y se aprovechen de ella: mas el Testamento mismo ninguno lo ha leido hasta aora, y ninguno es capaz de leerlo; ya porque ninguno es capaz de entender lo que ojo no vió, ni oreja oyó, ni en corazon de hombre subió; ya principalmente porque está todavia en manos de Dios, cerrado y sellado con siete sellos, hasta que lleguen los tiempos y momentos, que el Padre puso en su propio poder: hasta que se ponga el Testamento en manos del Cordero: hasta que el Cordero mismo rompa los sellos: hasta que lo abra públicamente en el supremo y pleno Consejo de Dios mismo, y con esto entre jurídicamente en la posesion actual de toda su herencia, con el hágase, hágase, ó con el consentimiento y aclamacion, deseo, y júbilo, y exultacion unánime de todo el universo.

69. En efecto, ¿qué quiere decir presentarse el Unijénito de Dios, como hijo de hombre, como Cordero, así como muerto: presentarse, digo, delante del trono de su divino Padre en aquel Consejo estraordinario, y en aquel tiempo de que vamos hablando: recibir de mano del Padre un libro cerrado y sellado, que ninguno puede abrir sino él solo abrirlo allí públicamente en presencia de Dios, y á vista de todos los ángeles, y de todos los conjueces y testigos: llenarse de admiracion, y de un júbilo estraordinario con la apertura del libro, así los conjueces y testigos, como todos los espíritus angélicos: postrarse todos llenos de verdadera devocion, de agradecimiento, y del mas profundo respeto, delante del trono de Dios, y tambien delante del Cordero mismo: alabar á Dios, bendecirlo, y darle gracias por lo que acaba de suceder; esto es, porque ha puesto ya el libro en manos del Cordero, y el Cordero lo ha abierto á vista de todos, y manifestado todos sus secretos: conocer, y confesar todos unánimemente, que el Cordero, que fué muerto, es realmente digno de todo aquello que ha recibido con el libro, y está encerrado en el mismo libro?

Difundirse esta exultacion y jubilo sagrado desde aquel supremo Consejo á todas las criaturas del universo? ¿oirse al punto las voces de todos, que gritan y aclaman á una voz: Al que está sentado en el trono, y al Cordero : bendicion, y honra, y gloria, y poder en los siglos de los siglos? No es esto manifiestamente una confirmacion ó una relacion mas estensa, y mas circunstanciada del testo de Daniel?

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70. Una persona admirable, como Hijo de Hombre (dice este Profeta) llegó como de las nubes del cielo, y entrando sin impedimento ni oposicion alguna en el gran Consejo de Dios, se presentó ó fué presentado delante de su trono, y allí recibió de mano de Dios la potestad, el honor y el reino y he aquí (son sus palabras) venia como Hijo de Hombre con las nubes del cielo, y llegó hasta el Anciano de Dias: y presentáronle delante de él. Y diole la potestad, y la honra, y el reino: y todos los pueblos, tribus, y lenguas le servirán á él. S. Juan dice, que este mismo Hijo del Hombre, presentado delante del trono de Dios en figura de Cordero, asi como muerto, recibió de su mano un libro cerrado y sellada, que solo él podia abrir que lo abrió allí mismo á vista de todos los conjueces y testigos, con admiracion y exultacion de todos: y en consecuencia inmediata de esta apertura del libro, todos se postraron delante de Dios y del Cordero, diciendo: digno es el Cordero, que fué muerto, de recibir el honor y la gloria, la virtud y la potestad, la bendicion, la sabiduría, la fortaleza, &c. Decidme aora, señor mio, con sinceridad: ¿no es este el mismo misterio de que habla Daniel? ¿No es esto decirnos manifiestamente, que recibiendo el Cordero un libro de mano de Dios, recibe en él la potestad, el honor y el reino? No es esto decirnos manifiestamente, que recibiendo el libro y abriéndolo, se halla ser el Testamento de su divino Padre, en que lo constituye y declara heredero de todo? ¿No es esto decirnos manifiestamente, que junto con el libro, y el libro mismo, se le da la posesion actual de toda su herencia; esto es, la potestad, el honor y el reino? Si no es esto, ¿á qué propósito son

tantas voces de júbilo y regocijo, con que resuena todo el universo á sola la apertura del libro? Considérese todo esto con mas formalidad, y examínese con mayor atencion. Yo no puedo detenerme mas en esta consideracion, porque me llama á grandes voces la muger misma que acaba de parir espiritualmente este hijo másculo, este Hijo del Hombre, este Cordero; la cual despues del parto queda en la tierra en grandes conflictos.

71. Volviendo aora al punto particular que dejamos suspenso, lo que decimos y concluimos es que á este mismo Consejo estraordinario, á este mismo trono de Dios de que habla Daniel, y de que habla S. Juan, será arrebatado y presentado el hijo másculo de nuestra muger metafórica, luego al punto, que se verifique su nacimiento tambien metafórico: luego al punto, digo, que esta celebérrima muger, vestida ya del sol, lo conciba por la fe, y lo dé á luz por una pública confesion de la misma fe: Y parió un hijo varon, que habia de regir todas las gentes con vara de hierro y su hijo fué arrebatado para Dios, y para su trono pues segun todas las ideas que no dan las santas Escrituras, parece que esto solo se espera, para dar á este hijo de esta muger, á este Hijo de Dios, á este Hijo del Hombre, á este Cordero que fué muerto, toda la potestad actual, todo el honor efectivo y real, y todo el reino y principado universal, que por tantos títulos se le debe, y de que ya está constituido heredero en el Testamento nuevo y eterno de su divino Padre. Por consiguiente, no se espera otra cosa para poner en sus manos este libro, ó este Testamento, y para comenzar á ponerse en egecucion lo que en él se contiene.

72. Entónces, señor mio, y solo entonces se empezarán á ver los grandes y admirables misterios que contiene el Apocalipsis, y á verificarse sus profecías, las cuales, digan otros lo que quisieren, hasta aora no se han verificado, no digo todas, 6 muchas, pero ni una sola. Entonces se revelará, se manifestará, ó saldrá á la pública luz, con todas sus piezas y resortes, aquella gran máquina, ó aquel gran misterio de iniquidad, que llamamos Anticristo, el que se

está formando tantos tiempos ha, y en nuestros dias vemos ya tan adelantado y tan crecido.

ARTICULO IV.

CAPITULO XII, VERSICULO 6.

Y la muger huyó al desierto, en donde tenia un lugar aparejado de Dios, para que allí la alimentasen mil dos. cientos y sesenta dias*.

73. Habiendo la muger dado á luz, aunque con grandes angustias y dolores, lo que encerraba dentro de sí: habiendo volado á Dios, y á su trono el fruto de su vientre, que habia de regir todas las gentes con vara de hierro: mientras se obraban los misterios grandes y admirables, que acabamos de observar, y otros mas que observarémos luego; fuera de otros infinitos que al hombre no le es lícito hablar: dice el testo sagrado, que la muger huyó luego inmediatamente á la soledad, donde Dios le tenia preparado un lugar cómodo y seguro para que allí viviese, y se le diese el sustento necesario y conveniente por espacio de 1260 dias, que son puntualmente 42 meses, y segun el calendario antiguo tres años y medio: tiempo necesario que debe durar la gran tribulacion del Anticristo entre las gentes, y en que debe pervertirlas casi enteramente, como se dice en todo el capítulo siguiente y tambien en el evangelio.

74. Parece moralmente imposible comprender bien lo que aquí se nos dice, si no advertimos, ó si hacemos poco caso de la alusion tan clara y tan sensible que contienen estas pocas palabras. Si no volvemos, digo, los ojos á los tiempos pasados, trayendo á la memoria aquel célebre suceso de que se habla en el libro del Exodo, al cual alu

Et mulier fugit in solitudinem, ubi habebat locum paratum à Deo, ut ibi pascant eam diebus mille ducentis sexaginta. xii, 6.

-Apoc.

+ Quæ non licet homini loqui. ↑ Mat. xxiv.

2 ad Cor. xii, 4.

den tambien frecuentemente los Profetas, cuando anuncian la vocacion futura de Israél, como hemos observado, y todavia hemos de observar.

75. Cuando Dios determinó dar á su pueblo aquella ley que llamamos escrita: cuando determinó entrar en pacto y sociedad pública con este pueblo cuando se dignó sublimarlo á la dignidad de esposa, y celebrar solemnísimamente aquel contrato en que ambos quedaron ligados y obligados perpetuamente: fué conveniente ante todas cosas sacar de Egipto á este pueblo ó á esta esposa : redimirla del cautiverio, esclavitud y miseria en que entonces se hallaba: separarla enteramente del trato y comunicacion de aquella gente supersticiosa: y conducirla en primer lugar, aun á costa de prodigios inauditos, al desierto y soledad del monte Sínai. Fué conveniente tenerla por algun tiempo en aquella soledad, sustentándola en alma y cuerpo, con maná del cielo, para que allí, libre de toda ocupacion, desembarazada de todo otro cuidado, y lejos de toda distraccion, pudiese oir quietamente la voz de su Dios, y ser enseñada é instruida, así en el rito y ceremonias del nuevo culto, como en todas las otras leyes que debia ob

servar.

76. Del mismo modo podémos discurrir y discurrimos confiadamente, segun las Escrituras, que sucederá cuando llegue aquel tiempo feliz anunciado con tan magníficas espresiones por las Profetas de Dios: cuando llegue aquel tiempo feliz de la vocacion, conversion, congregacion y asuncion de las reliquias preciosas de este pueblo, y de esta esposa, á quien todos miran como repudiada y abandonada: cuando esta antigua esposa de Dios, no repudiada, sino castigada, afligida y penitenciada por su enorme ingratitud, conciba en espíritu, y dé á pública luz aquel mismo hijo infinitamente amable y apreciable, que en otros tiempos habia parido, segun la carne, sin haber querido, hasta la presente, reconocerlo por lo que es, ni distinguirlo del resto de los hombres.

77. Entonces, pues, sacará Dios segunda vez de Egipto, ó de todas las tierras á su antigua esposa : Y será en

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