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Iglesia, perseguida cruelmente por el Anticristo y el dragon, se vea precisada á huir, y esconderse en los montes y desiertos mas solitarios: para cuyo efecto se le darán dos álas de águila grande (que unos entienden de un modo, otros de otro, y otros de ninguno, que parece el mejor partido). En este desierto y soledad estará la Iglesia mil doscientos y sesenta dias (que son puntualmente los dias que ha de durar la persecucion del Anticristo): sustentándola Dios milagrosamente en lo corporal, como sustentó á Elías, y á tantos otros anacoretas; y en lo espiritual por medio de sus pastores, &c. Quisiera proseguir, y concluir el resto de la profecía, segun la esplicacion; mas; para qué? ¿ No basta esto solo para juzgar prudentemente de todo lo demás? A quien esto no bastare, puede facilmente instruirse por sí mismo, consultando á los intérpretes literales, que le parecieren mejor. Esta especie de libros son los primeros que se presentan á los curiosos en cualquier biblioteca.

PARRAFO III.

REFLEXIONES SOBRE ESTA INTELIGENCIA.

PRIMERA.

8. Cuando decimos, ú oimos decir, que la verdadera Iglesia cristiana pare verdaderos hijos de Dios, lo que únicamente entendemos por esta locucion figurada, es, que la Iglesia activa, que es en propiedad nuestra madre, habiendo admitido benignamente, y recibido dentro de su espaciosísimo seno algunos infieles, que piden este beneficio, los instruye primero plenamente en los misterios que deben creer, y en las leyes que deben observar. Todo el tiempo que dura esta instruccion, se dice con propiedad, que están estos como en el vientre de la madre; la cual, como dice S. Agustin, cria á sus hijos con oportunos alimentos, y los lleva alegre en su vientre, hasta que llega el momento de darlos á luz*. Este dia de parto no es otro que el dia ...Congruis alimentis eos quos portat pascit in utero, et ad diem partus sui lætos læta perducit.-Div. August. de sem. ad Cathecu

menos.

del bautismo: despues del cual, la misma iglesia los reconoce por hijos suyos, como que ya son hijos de Dios por la regeneracion en espíritu, &c.

9. Esto supuesto, discurrámos así. Si la muger vestida del sol es la Iglesia en los tiempos del Anticristo, lo que se anuncia por aquellas palabras: Yestando en cinta, clamaba con dolores de parto, y sufria dolores por parir, es esto solamente que la Iglesia en aquellos tiempos tendrá grandes embarazos, dificultades y contradicciones para instruir, y mucho mas para bautizar á los catecumenos (y si se quiere tambien para bautizar á los párvulos de las mugeres cristianas); y no obstante estas dificultades, al fin los parirá para Cristo, ó los bautizará: parió un hijo varon, esto es, sus hijos: por consiguiente, estos catecúmenos serán los que espera el dragon para devorarlos luego al punto que sean bautizados: el dragon se paró delante de la muger, á fin de tragarse al hijo, luego que ella lo hubiese parido. Estos catecúmenos serán los que acabados de nacer ó de ser bautizados, serán arrebatados al trono de Dios, como dice la esplicacion, por medio del martirio. Estos catecúmenos serán los que han de regir todas las gentes con vara de hierro. ¿No veis, señor, aun desde el principio, la impropiedad y oscuridad estrema? ¿Y todos los otros hijos de la misma madre? Digo los hijos mayores que ya eran nacidos y adultos antes del Anticristo? ¿Estos no tendrán parte en los bienes tan grandes que se anuncian al hijo menor? Estos no volarán al trono de Dios por medio del martirio? Estos no regirán las gentes con vara

de hierro?

i

SEGUNDA REFLEXION.

10. Acaso se dirá (y así se dice en la realidad, ó se supone) que los hijos mayores, ó una gran parte de ellos saldrán huyendo con la madre, ó con el cuerpo de los pastores; dejando por consiguiente entre las llamas de la persecucion á los hijos párvulos, acabados de nacer. A lo menos es Et peperit filium masculum, qui recturus erat omnes gentes in virga ferrea. Apoc. xii, 5.

cierto, segun la esplicacion, que la madre debe huir al desierto luego despues del parto; y debe huir, no sola, sino con alguno ó muchos de sus hijos adultos, pues nos dicen, que la Iglesia será apacentada en el desierto por medio de sus pastores; y siendo estos con propiedad, la madre no podrá apacentar los hijos, ó las ovejas que no tiene consigo. Conque á lo menos algunos adultos seguirán á sus pastores, y se esconderán con ellos en el desierto; quedando los otros con sus hermanos mínimos, que acaban de nacer, sin tener quien les de el sustento necesario, y al mismo tiempo rodeados de peligros. Parecen estas cosas como unos verdaderos enigmas, aun mas obscuros que el testo mismo.

TERCERA REFLEXION.

11. Si la muger vestida del sol es la Iglesia en los tiempos del Anticristo, la Iglesia en aquellos tiempos deberá huir y esconderse en los moutes y cuevas, luego despues del parto, sea este parto lo que quisieren que sea: Y parió un hijo varon ... Y la muger huyó al desierto: deberá huir, no solo la Iglesia activa, ó el cuerpo de los pastores, sino junto con ella una parte, ó grande ó pequeña, de la Iglesia pasiva, ó del comun de los fieles de ambos séxos y de todas condiciones. Deberá con su huida dejar en sumo peligro otra parte no menos grande, y tal vez mayor de los mismos fieles; pues no parece verosímil que todos los fieles huyan al desierto, ni que haya desierto para todos. Deberá, en suma, la madre dejar al hijo másculo, ó á los hijos que acaba de parir; no obstante el amor y ternura de una madre, y tal madre respecto de sus párvulos que quedan en la cuna. Es verdad que el testo mismo dice, que este hijo másculo fué luego arrebatado al trono de Dios; mas la esplicacion dice, que esto será por medio del martirio y de la muerte: lo cual, aunque para el hijo ó los hijos másculos, será un bien inestimable; mas esto no escusa ni hace honor á la tímida madre, que los abandonó por salvarse á sí misma. Aun las bestias mas inermes y de menos espíritu

en semejantes ocasiones parecen unos leones, y se hacen honor.

CUARTA REFLEXION.

12. Crece sobre todo la dificultad y el embarazo de esta inteligencia, si se advierte bien el tiempo en que debe suceder la huida de esta muger. Los autores suponen que será en tiempo del Anticristo y por causa de su persecucion; pues á esta persecucion atribuyen los dolores del parto y las angustias para parir, y á esta misma persecucion atribuyen la venida de S. Miguel, y la batalla con el dragon. Mas si se atiende al testo sagrado parece evidente y clarísimo, que así la batalla de S. Miguel con el dragon, como el parto de la muger, como el rapto de su hijo al trono de Dios, como tambien su huida á la soledad, son unos sucesos que deben preceder al Anticristo y á su persecucion.

13. Primeramente: la muger que despues del parto huye á la soledad, ha de estar en ella, dice el testo sagrado, 1260 dias, que hacen 42 meses, ó tres años y medio. Y parió un hijo varon... Y la muger huyó al desierto, en donde tenia un lugar aparejado de Dios, para que allí la alimentasen mil doscientos y sesenta dias. Concluidos estos dias, nos dicen los doctores que la muger solitaria, esto es, la Iglesia, saldrá de su soledad, por la muerte del Anticristo y ruina de su imperio universal. Por otra parte sabemos, que la persecucion del Anticristo ha de durar este mismo espacio de tiempo, como se dice en el capítulo siguiente y le fué dado poder de hacer aquello cuarenta dos meses*: luego la muger, esto es, la iglesia estará en la soledad escondida y segura todo el tiempo que durare la persecucion del Anticristo: luego esta persecucion no puede ser la causa de sus dolores y angustias en el parto: luego tampoco puede ser la causa de la batalla de S. Miguel con el dragon: luego esta batalla no puede Et data est ei potestas facere menses quadraginta duos.- Apoc.

y

xiii, 5.

ser para defender á la Iglesia de la persecucion del Anticristo.

14. Lo segundo y principal: cuando la muger despues del parto huyó á la soledad, dice el testo sagrado que el dragon aunque ya vencido en la batalla, y arrojado á la tierra, no por eso dejó de perseguirla, y no pudiendo alcanzarla, arrojó de su boca un rio de agua, con el fin de que fuese arrebatada de la corriente: y viendo que este última diligencia le habia salido mal, pues la tierra abrió su boca y se tragó el rio de agua, irritado furiosamente se volvió luego á hacer guerra formal contra los otros de su linage... Y se paró sobre la arena de la mar. Y luego inmediatamente dice S. Juan que vió salir del mar la bestia de siete cabezas y diez cuernos, y prosigue en todo el capítulo siguiente anunciando los misterios del Anticristo, y la terribilidad de su persecucion; Y se paró sobre la arena de la mar. Yví salir de la mar una bestia*. De modo, que cuando la bestia ó el Anticristo salió del mar, cuando se reveló ó manifestó públicamente, cuando comenzó en toda forma su persecucion, ya la muger habia parido con grandes dolores: ya el hijo másculo habia volado al trono de Dios: ya habia sucedido la batalla y victoria de S. Miguel contra el dragon: ya la misma muger habia huido á la soledad: ya el dragon la habia seguido, y desesperanzado de alcanzarla, se habia vuelto lleno de furor á hacer guerra contra los otros de su linage: y para hacer esta guerra con el mayor y mejor efecto posible, se habia ido á las orillas del mar metafórico, como á llamar en su favor la bestia de siete cabezas y diez cuernos, por medio de la cual esperaba hacer grandes conquistas. Este es el orden claro y palpable de toda esta profecía. Como, pues, nos suponen á la Iglesia en tiempo del Anticristo, y por causa de su persecucion, padeciendo grandes dolores y angustias para dar á luz nuevos hijos, y huyendo despues del parto á la soledad? &c.

* Et stetit super arenam maris. Et vidi de mari bestiam ascendentem, &c. Apoc. xii, 18; et xiii, 1

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