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patria es el cielo : que la justicia, y santidad, y paz, y gozo en el Espíritu Santo, empiezan aquí, y allá se perfeccionan: que todos los fieles cristianos, de cualquiera nacion que sean, son el verdadero Israél de Dios. No obstante estas verdades, que yo creo y confieso con todos los fieles cristianos, propongo á la consideracion y juicio de los sábios otra consecuencia sacada de las mismas premisas que supongo ciertas y evidentes, y pido que se compare esta segunda consecuencia con la primera, en sencillez y verdad. Discurro, pues, así: las profecías de que hablámos son ciertas y seguras; pues en ellas no habla el hombre sino Dios mismo estas profecias no se han cumplido hasta aora plenamente segun la letra; luego debe llegar tiempo en que todas se cumplan plenamente segun la letra. Digo segun la letra plenamente, para comprender, así las cosas mismas que anuncian, como las personas de quienes hablan espresa y nominadamente.

346. Mas claro: las profecias hablan espresa y nominadamente de los Judios en general, ó de todas las tribus de Israél sin escluir á ninguna, para cuando vuelvan de su cautividad y destierro, y sean introducidas y planteadas de nuevo en la tierra prometida á sus padres. Aora, pues: es cierto y evidente, que los Judios desterrados á Babilonia, y cautivos en Babilonia, volvieron muchos dias ha de su cautividad y destierro: es cierto y evidente, que entonces edificaron de nuevo su templo y su ciudad de Jerusalén: es cierto y evidente, que entonces se establecieron de nuevo en aquella tierra, de donde habian sido desterrados: por otra parte, tambien es cierto y evidente (por confesion forzosa é innegable de todos los intérpretes) que las profecias innumerables, que hablan de la vuelta de la cautividad y destierro de los hijos de Israél, uo se han verificado ni de ciento una, no se han verificado plenamente segun la letra: no se han verificado, ni en lo que anuncian clara y distintamente, ni en las personas de quienes hablan espresa y nominadamente, &c. Luego... Luego...(ved ya

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la consecuencia que ofrezco à vuestra consideracion) Luego la cautividad y destierro de los hijos de Israél, de que hablan las profecias, no puede ser la cautividad y destierro de Babilonia, á que fueron llevados por Nabucodonosór.

347. De aquí se sigue otra consecuencia, ó por mejor decir una cadena de consecuencias. Luego la cautividad y destierro de que hablan las profecias no se ha concluido hasta el tiempo presente, pues si se hubiese ya concluido, ya se hubieran verificado las profecias: luego los hijos de Israél no han vuelto hasta aora de la cautividad y destierro de que hablan las profecías: luego deberémos esperar otro tiempo, en que los hijos de Israél vuelvan de su cautividad y destierro, y en que por consiguiente se verifiquen en ellos las profecías: luego el descanso, el sabatismo, la independencia de toda potestad y dominacion de la tierra, la justicia, la santidad, la paz, la felicidad estable y permanente bajo un solo rey, á quien se da el nombre de David, anunciado todo clara y distintamente á los hijos dispersos de Jacob, para cuando vuelvan de su dispersion, de su cautividad, de su destierro, se verificará en ellos plenamente, cuando se verifique esta vuelta, la cual está anunciada del mismo modo que todo lo demas.

348. En efecto: esta última consecuencia no solo se infiere de aquellas premisas, sino que se lee espresamente en el capítulo xii de Daniel, ver. 7: cuando fuere cumplida la dispersion de la congregacion del pueblo santo, serán cumplidas todas estas cosas *. Despues que el ángel que vestido de ropas de lino † reveló á este Profeta muchos y grandes misterios contenidos en todo el largo capítulo antecedente, en especial lo que debia suceder al pueblo de Israél en los últimos tiempos; pues á esto solo le dice que viene determinadamente: he venido á mostrarte las cosas que han de acontecer á tu pueblo en los últimos dias;

* Cùm completa fuerit dispersio manûs populi sancti, complebuntur universa hæc. Dan. xii, 7.

+ Qui indutus erat lineis. Id. ib.

TOMO II.

R

porque la vision es aun para dias*: despues de todo esto, preguntando el mismo Profeta: ¿cuando se cumplirán estas maravillas +? le respondió al punto levantando las manos al cielo, y jurando por el que siempre vive diciendo, que en tiempo, y tiempos, y mitad de tiempo. Y concluye inmediatamente su respuesta, ó la esplica y aclara diciendo: que todas aquellas cosas de que acaba de hablar, tendrán su perfecto cumplimiento cuando se complete 6 concluya enteramente la dispersion del pueblo santo hecha por la mano de Dios §. Estas palabras combinadas con aquellas otras del capítulo x: he venido á mostrarte las cosas que han de acontecer á tu pueblo en los últimos dias, porque la vision es aun para dias, parecen la verdadera llave de todos los misterios del capítulo xi y xii de este Profeta, los cuales misterios se verificarán y entenderán perfectamente, cuando se acaben los trabajos de los hijos de Israél, y cuando tenga fin su destierro, su dispersion y cautiverio. De un modo semejante podemos discurrir en lo que toca á las amenazas terribles que se leen en las santas Escrituras contra Babilonia, como verémos mas adelante.

SUMARIO DE LA HISTORIA DE LOS HIJOS DE ISRAEL, DESDE EL PRINCIPIO DE SU DESTIERRO Y DISPERSION, HASTA LA EPOCA PRESENTE.

PARRAFO III.

349. Ciento veinte y dos años despues que las diez tribus, que componian el reino de Israél ó de Samaria, salieron desterradas de su Dios, y fueron llevadas cautivas á la Asiria por Salmanasar, rey de Nínive, las dos tribus que restaban y componian el reino de Judá, fueron del

Veni autem ut docerem te quæ ventura sunt populo tuo in novissimis diebus, quoniam aduc visio in dies.— Dan. x, 14.

¿Usquequo finis horum mirabilium ? — Dan. xii, 6.

Per viventem in æternum, quia in tempus, et tempora, et dimidium temporis. Id. vii.

§ Vide supra in hoc fol.

mismo modo, y por las mismas causas desterradas y conducidas á Babilonia por Nabucodonosór. Esta transmigracion se concluyó perfectamente once años despues, cuando el mismo Nabuco irritado por la rebelion de Sedecías, tio del último rey (á quien habia fiado la regencia del reino y honrado con el título de rey) volvió con mas furor contra Jerusalén; y habiéndola saqueado y arruinado enteramente y egecutado casi lo mismo con todas las ciudades de Judea, se llevó consigo á sus habitadores, no dejando en toda la tierra sino algunos pocos de la plebe de los pobres, que absolutamente no tenian cosa alguna*: los cuales no dándose por seguros, no tardaron mucho en desterrarse á sí mismos, huyendo á Egipto.

350. Cumplidos los 70 años que habia predicho Jeremías, capitulo xxix, el rey Ciro que por muerte de Dario acababa de sentarse en el trono del imperio, movido é inspirado de Dios (como él mismo lo dice en su edicto público, y como lo habia anunciado Isaías capítulo xlv, llamando á este príncipe con su propio nombre Ciro, doscientos años antes) concedió licencia á los Judios que quisieran, y aun los exortó á volver á Jerusalén, y á edificar de nuevo el templo del verdadero Dios: mandando que se les restituyesen los vasos sagrados que habia transportado Nabucodnosór, y se les ayudáse con todo lo necesario para el edificio sagrado. Con esta licencia volvieron algunos con Zorobabel, señalado del mismo rey Ciro por conductor de aquella tropa de voluntarios (los cuales todos fueron de la tribu de Judá y Benjamín) con algunos sacerdotes y Levitas, como se lee espreso en el libro primero de Esdras, capítulo primero: levantáronse los príncipes de los padres de Judá y de Benjamín, y los Sacerdotes, y los Levitas +. En el capítulo segundo para mayor claridad se dice, que los que volvieron á Jerusalén eran descendientes

10.

* De plebe pauperum, qui nihil penitùs habebant. Jerem. xxxix,

+ Et surrexèrunt principes patrum de Juda et de Benjamin, et Sacerdotes, et Levitæ.1 Esdr. i, 5.

de aquellos mismos que habia llevado cautivos á Babilonia Nabucodonosór: que subieron del cautiverio, que habia hecho trasladar á Babilonia Nabucodonosor rey de Babilonia, y volvieron á Jerusalén y á Judá*. De las tras diez tribus no se habla jamás una palabra.

351. Aunque las ciudades y provincias de la Média, donde dichas tribus habian sido colocadas, eran en aquel tiempo de la jurisdiccion de Ciro, que hacian una parte considerable de su imperio, es cierto que a estas no se les dió facultad para volver á sus respectivos paisės: ya porque estos paises estaban ocupados por otras naciones que el mismo Salmanasar habia enviado en lugar de Israél, como se dice en el libro 4 de los reyes, capítulo xvii, ver. 24: ya porque la intencion de Ciro solo miraba al templo del verdadero Dios. Así se ve que su edicto ó cédula real habla solamente de la reedificacion del templo del Dios del cielo, que estaba antes en Jerusalén, y del culto del mismo Dios. Por consiguiente solo habla con los Judios y sacerdocio á quienes esto pertenecía. Esto dice Ciro rey de los Persas: (dice el edicto) Todos los reinos de la tierra me los ha dado el Señor Dios del cielo, y él mismo me ha mandado que le edificase casa en Jerusalén... Y todos los varones que hubieren quedado en todos los lugares donde moran, desde el lugar donde están, ayúdenle con plata'y oro, y hacienda y bestias, sin contar lo que voluntariqmente ofrecen al templo del Dios que está en Jerusalén†.

352. Despues de muchos años (que segun me parece, no pudieron ser menos de sesenta) el año séptimo de Artajerjes, volvió de Babilonia á Jerusalén, acompañado de seiscientas

* Qui ascenderunt de captivitate, quam transtulerat Nabuchodonosor rex Babylonis in Babylonem, et reversi sunt in Jerusalem, et Judam. Id. ib. ii, 1.

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↑ Hæc dicit Cyrus rex Persarum: Omnia regna terræ dedit mihi Dominus Deus cœli, et ipse præcepit mihi ut ædificarem ei domum in Jerusalem... Et omnes reliqui incunctis locis ubicumque habitant, adjuvent eum viri de loco suo, argento et auro, et substantiâ, et pecoribus, excepto quod voluntariè offerunt templo Dei, quod est in Jerusalem.-1 Esdr. i, 2, 4.

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