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dijo al fin S. Pablo, y S. Bernabé) mas porque la desechais, y os juzgais indignos de la vida eterna, desde este punto nos volvemos á los gentiles; porque el Señor así lo mandó*. No obstante esta obstinacion general de toda la nacion, no dejaron de salvarse algunas reliquias, segun la eleccion de la gracia,... y los demas fueron cegados: Así como está escrito†: dándoles Dios en castigo de su iniquidad... ojos para que no vean, y orejas para que no oigan hasta hoy dia‡.

PARTE SEGUNDA.

268. "No hablando ya de aquellos primeros tiempos de la Iglesia, ni de los pocos Judios que entónces creyeron, convirtámos aora toda nuestra atencion á los que no creyeron y se obstinaron en su incredulidad, que fueron casi todos. Estos solos debemos considerar aquí, pues estos son los que se piensan olvidados enteramente de su Dios. Es innegable, que estos infelices fueron cegados: Así como estaba escrito: dieron contra la piedra fundamental, y tropezaron en ella, como tambien estaba escrito; siendo para ellos por su ceguedad piedra de tropiezo, y piedra de escándalo. Mas pensais que de tal modo tropezaron, que ¿ cayesen? ¿Que cayesen, digo, con toda su posteridad en la desgracia y olvido eterno del Dios de Abrahán? No por cierto§. La verdad es, que Dios por sus juicios altísimos, siempre llenos de sabiduría, de bondad, de rectitud y justicia, lo permitió así, y así lo dispuso con grande acuerdo, y con designios dignos de su grandeza, para sacar de este

* Vobis oportebat primùm loqui verbum Dei: sed quoniam repellitis illud, et indignos vos judicatis æternæ vitæ, ecce convertimur ad gentes. Sic enim præcepit nobis Dominus.- Act. xiii, 46 et 47.

↑ Secundum electionem gratiæ... cæteri verò excæcati sunt: Sicut scriptum est. - Ad Rom. xi, 5, 7 et 8.

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Dedit illis Deus... oculos ut non videant, et aures ut non audiant usque in hodiernum diem. Ad Rom. xi, 8.

§ Dico ergo: ¿Numquid sic offenderunt ut caderent? Absit. Ad Rom. xi, 11.

mal innumerables bienes, como los ha sacado efectivamente. No teneis que preguntar, qué bienes son estos, pues no los ignorais: pues los gozais con suma abundancia: pues ha pasado á vosotros lo que ellos no estimaron por su grosería, y despreciaron por su ignorancia: pues, en fin, su delito, su incredulidad, su obstinacion, ha sido vuestra salud: por el pecado de ellos (ó por su caida) vino la salud á los gentiles, para incitarlos á la imitacion*.

269. "Pues si el delito de los Judios ha sido la salud del mundo; si su incredulidad, su ceguedad, su castigo, su humillacion, su disminucion, han sido las riquezas de las gentes; ¿cuanto mas lo será su plenitud+? (De estas palabras del Apostol se sigue natural y lejítimamente, que debemos esperar en lo futuro esa plenitud de Israél, la cual hará al mundo todavia mayores bienes que los que ha hecho su delito, su incredulidad, su obstinacion, su castigo y su humillacion: de lo cual se pueden sacar otras consecuencias, no menos lejítimas ni menos importantes.)

SIGUE EL DISCURSO DE ESTE DOCTOR.

270. "Con vosotros hablo, gentes cristianas, creyentes de todas las naciones, tribus y lenguas. Siendo yo vuestro predicador y maestro, á quien se ha fiado el ministerio de la palabra, debo honrar este ministerio sagrado, diciendo y enseñando á todos lo que aprendí del Señor Jesus, esto es, la pura verdad: oidme pues, hermanos, y dad

atencion.

271. "Si la ceguedad de los Judios, si su incredulidad, si su obstinacion, si la pérdida que Dios ha hecho de ellos ha sido la reconciliacion del mundo: qué pensais será su asuncion? ¿Qué pensais será cuando el misericordioso

* Illorum delictum [seu lapsus illorum] salus est gentibus, ut illos æmulentur. Id. ib.

+ Quod si delictum illorum divitiæ sunt mundi, et diminutio [seu humiliatio] eorum, divitiæ gentium: quanto magis plenitudo Ad Rom. xi, 12.

eorum?

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Si enim amissio eorum reconciliatio est mundi: ¿quæ assumptio, nisi vitæ ex mortuis. Ad Rom. xi, 15.

Dios de sus padres, que levanta de la tierra al desvalido, y alza del estiercol al pobre*, les dé la mano, y los levante del polvo de la tierra: cuando les abra los ojos y los oídos : cuando los llame: cuanda los traiga á sí: cuando los reciba entre sus brazos como aquel buen padre de la parábola del hijo pródigo? ¿Qué pensais, será esta asuncion, y esta plenitud de los Judios, sino vida de los muertos? Entónces verá el mundo con admiracion y pasmo, no solo vivos á los que tenia por muertos (habiéndose introducido en los huesos áridos y secos el espíritu de vida) sino que de estos muertos sale la vida, dando ellos la vida verdadera al mundo muerto: muerto digo, en el mismo sentido en que ellos están aora. Porque si la pérdida de ellos es la reconciliacion del mundo: ¿qué será su restablecimiento, sino vida de los muertos?"

272. "¿Qué teneis que maravillaros? Si el primer fruto es santo, lo es tambien la masa: y si la raiz es santa, tambien los ramos. Es decir: habiendo sido tan santos y tan agradables à Dios todos aquellos frutos, que en varios tiempos se le han ofrecido de toda la masa de la casa de Jacob, como son, fuera de los patriarcas, tantos profetas y justos, como son los apóstoles de Cristo, los discípulos de la clase inferior, los fieles de la primitiva Iglesia, la santa Madre del Mesías, y sobre todo el Mesías mismo; debe tambien mirarse como santa, como consagrada á Dios, y como herencia suya toda esta casa de Jacob, que es la masa de donde salieron frutos tan preciosos. Del mismo modo, siendo santa la raiz de un árbol, es santo todo el árbol con todas sus ramas: ¿Y qué dirémos si algunas ó muchas de las ramas de este árbol tan santo se han quebrado? Oidme otra vez, gentes, y no olvideis esta gran verdad.

* Suscitans à terra inopem, et de stercore erigens pauperem.Ps. cxii, 7.

↑ Si delibatio sancta est, et massa: et si radix sancta, et rami. Ad Rom. xi, 16.

Et si radix sancta, et rami. — Id. ib.

273. "Todo el gentilismo de donde habeis sido elegidos y entresacados con tanta misericordia, ¿qué otra cosa era sino un monte de oleastros infructíferos, que no daban fruto alguno, digno de Dios, ni lo hubieran dado jamás, dejados á su natural rusticidad? Vosotros, pues, á quienes no tenia Dios obligacion alguna, ni por pacto, ni por promesa, ni por vuestra justicia, ni por la justicia de vuestros padres, fuisteis sacados de vuestros bosques por pura bondad del Dios de Israél: fuisteis ingeridos por su sábia y omnipotente mano, en aquel mismo árbol santo, en aquella misma oliva buena, cuyas ramas naturales se habian quebrado, y entrasteis á ocupar su lugar. Con esto, participando del jugo pingüe de la raiz, quedasteis ya en estado de dar aquellos frutos que no llevaba vuestra naturaleza: tú siendo acebuche (dice S. Pablo), fuiste ingerido en ellos, y has sido hecho participante de la raiz, y de la grosura de la oliva*. De aquí se sigue inmediata y legítimamente, que no teneis razon alguna, ni apariencia de razon, para gloriaros, para engreiros, para despreciar é insultar a las ramas naturales, aunque quebradas, secas y estériles, por su infelicidad. Y si acaso entra en vosotros alguna elacion, algun engreimiento, alguna vana seguridad, sabed, hermanos, que no llevais vosotros á la raiz, sino la raiz os lleva á vosotros. Que es lo mismo que decir: vuestro sustento, vuestro verdor, vuestra fecundidad, vuestra vida, os viene de la raiz del árbol donde estais ingertos, y no al contrario. No te jactes contra los ramos. Porque si te jactas, tú no sustentas á la raiz, sino la raiz á tốt.

274." Dirás acaso: Los ramos han sido quebrados para que yo sea ingeridot. Las ramas naturales de esta buena oliva se quebraron, y fueron arrojadas por su inutili

Tu autem cùm oleaster esses, insertus es in illis, et socius radicis, et pinguedinis olivæ factus es.- Ad Rom. xi, 17.

+ Noli gloriari adversus ramos. Quòd si gloriaris, non tu radicem portas, sed radix te.-Id. 18.

Fracti sunt rami, ut ego inserar. - Id. 19.

dad para ingerirnos á nosotros en su lugar. Bien: alabad por ello al Dios de Israél, y sed agradecidos á esta suma misericordia. Esta es la consecuencia legítima y justa que debeis sacar de aquella verdad: no elacion, no seguridad, no propia satisfaccion, mucho menos desprecio de las ramas, y ódio de las ramas quebradas. Estas se han secado y hecho inútiles por su incredulidad: vosotros, que aora estais ingertos en el mismo árbol por la fe, no presumais tanto de vosotros mismos, no deis lugar á pensamientos de elacion y de vana seguridad: obrad vuestra salud con temor y temblor, porque no hay razon alguna para persuadirse, que Dios ha de contemplar mas á las ramas estrañas, por estar ingertas en buena oliva, que lo que contempló á las ramas naturales. Mas tú por la fe estás en pie: pues no te engrias por eso, mas antes teme. Porque si Dios no perdonó á los ramos naturales: ni menos te perdonará á tí*. De aquí se sigue, que no es imposible que suceda á los ingertos aquel mismo trabajo, que sucedió a las ramas naturales.

275. "En este consejo de Dios, admirable é inescrutable, debemos considerar por una parte, la bondad y misericordia del Señor, y por otra su justicia y severidad. La severidad para con los Judios ingratos, que fueron infieles á su vocacion, y se obstinaron en su infidelidad: la bondad para con las gentes, que fueron llamadas en su lugar. Mas esta bondad para con las gentes (no menos que la severidad para con los Judios) es necesario entenderla bien, porque es muy fácil abusar de una y de otra. Así como la severidad para con los Judios debe durar indispensablemente todo el tiempo que durare su infidelidad, y nada mas: así la bondad para con las gentes deberá durar todo el tiempo que estas permanecieren en aquella fe y bondad, que Dios ha pretendido de ellas, y nada mas. Si este tiempo

Tu autem fide stas: noli altum sapere, sed time. Si enim Deus naturalibus ramis non pepercit: ne fortè nec tibi parcat.-Ad Rom. xi, 20, 21.

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