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¿Cómo se ha de quitar á un hombre lo que no tiene, ni le pertenece de modo alguno? Conque si á los Judios se les ha quitado el reino de Dios, este reino lo tenian cuando se les quitó, y lo hubieran tenido, y lo tuvieran, si no se les hubiese quitado. Yo deseo que se tengan presentes todas estas nociones, para que cuando hable de la Iglesia cristiana, no se equivoque y confunda la parte principal con el todo, ni la activa con la pasiva, ni las ideas generales de Iglesia con las particulares de esposa.

PARRAFO II.

239. Supuestos y entendidas bien todas estas cosas, oidme aora, amigo, con menos escrúpulo y con mas atencion. La primera proposicion que voy á anticipar, no hay duda que os parecerá increible, improbable, y como un despropósito de los mas solemnes que se han adelantado jamás. No obstante, con vuestra licencia, á lo menos presunta, yo me atrevo á adelantarla y tambien á probarla.

PROPOSICION.

240. “Esta palabra santa y venerable Iglesia cristiana, en la boca y pluma de los doctores cristianos, es no pocas veces en ciertos puntos particulares, una palabra muy equívoca, que tiene mucho de sofisma, aunque muy oculto y muy disimulado."

241. Deseo esplicarme con toda claridad, de modo que cualquiera me entienda, sin que sea necesaria otra esplicacion, que la que suenan y significan obvia y literalmente las palabras, las cuales no tienen, ó no deben tener otro uso, que manifestar el concepto de la mente. Ya veis, pues, en primer lugar, que la proposicion no es universal, sino contraida espresamente á ciertos puntos particulares. Si me preguntais aora, qué puntos particulares son estos, os respondo en breve, que son todos aquellos lugares de la divina Escritura conocidamente favorables á los Judios, en que se leen clara y distintamente anuncios alegres, promesas magníficas, estraordinarias, nuevas, admirables, que hace el

mismo Dios á Sión, á Jerusalén, á la casa de Jacob: y esto no como quiera, no indeterminadamente, no á bulto y en confuso, sino espresamente á Sión, estéril, y sin parir, echada de su pátria, y cautiva;..... desamparada y sola :... como muger desamparada y angustiada de espíritu..... á Sión, considerada como muger repudiada desde la juventud*: á Jerusalén destruida y conculcada de las gentes: á la casa de Jacob, esparcida á todos los vientos, y hecha el ludíbrio de todas las naciones: las cuales promesas sabemos con toda certidumbre no haberse verificado jamás.

242. Estos lugares de la Escritura verdaderamente innumerables y clarísimos, se procuran todos acomodar, en cuanto es posible al ingenio humano, á la Iglesia cristiana (hablo en el sentido mismo en que hablan los doctores) esto es, en el estado presente; comprendidos en este estado presente todos los 17 siglos que han pasado desde los apóstoles hasta el dia de hoy; pues no reconocen, ni les parece posible, otro estado mejor, por mas que lo anuncien las Escrituras. Así pues, Sión, cuando se habla de ella en bueno: es decir, cuando se habla de ella, no como muger repudiada desde la juventud, ni como muger desamparada y aborrecidat; sino en cuanto curada de sus llagas, llamada de su Dios, recibida, acariciada, sublimada, ensalzada, significa la Iglesia cristiana presente. Jerusalén, no en cuanto destruida y conculcada, sino en cuanto reedificada y honrada de todas las naciones, significa la Iglesia cristiana presente. Y la casa de Israél, ó de Jacob, no en cuanto ventilada ácia todos los rumbos, con indignacion, y con grande íra, sino en cuanto recojida por el brazo omnipotente de su Dios con grandes piedades, uo puede significar otra cosa que la Iglesia cristiana en el estado presente.

* Sterilis, et non pariens, transmigrata, et captiva : ... destituta, et sola : ... ut mulier derelicta, et merens spiritu ... et sicut uxor ah adolescentia abjecta.-Isaí. xlix, 21, et vide liv, 6.

+ Non ut uxor ab adolescentia abjecta, nec ut mulier derelicta, et odio habita, &c. Vide Isui. liv, 6, et lx, 15.

243. Sucede no obstante, y con suma frecuencia, que en medio de la acomodacion que se iba haciendo del testo sagrado á la Iglesia cristiana presente, se encuentra con alguno ó muchos embarazos, que cierran el camino é impiden el paso absolutamente. Pues en este caso, ¿qué remedio? El remedio es pronto y facilísimo. ¡Qué cosa mas fácil que dar un vuelo mental de la tierra al cielo, y dar por acomodado allá lo que por acá es imposible? Efectivamente así se hace, ó así se procura hacer, en cuanto se puede; porque la Iglesia triunfante y la militante (añaden y ponderan), son una misma iglesia, sin otra diferencia que estár la una en el puerto, y la otra en la mar. Bien: y si lo que dice el testo sagrado tampoco le puede competer de modo alguno á la iglesia triunfante: si á esta repugna visiblemente tanto ó mas que á la iglesia militante lo que se le quisiera acomodar, en este caso, no raro sino continuo, ¿qué se hará? El embarazo, aunque grande y continuo, no por eso es irremediable. Deberá, pues, en este caso frecuentísimo esplicarse el testo del modo posible. Si no puede esplicarse cómodamente en este sentido, ni en el otro, ni en muchos juntos; ó deberá omitirse del todo, como cosa de poco momento, ó tocarse apenas por la superficie, que es casi lo mismo que omitirlo. Todo es permitido en la práctica, con tal que no se piense en lo que suenan y significan, en su propio y natural sentido, estas y semejantes palabras: Sión, Jerusalén, Israél, Judá, la casa de Jacob, las tribus de Israel, el tabernáculo de David, &c. Son estas cosas demasiado grandes para los pequeños, viles y pérfidos Judios.

SE EMPIEZA A MOVER EL EQUIVOCO.

PARRAFO III.

244. El fundamento único en que estriba todo este modo de pensar, y de interpretar las profecías, es (segun pretenden) la doctrina espresa y clara del apostol S. Pablo, el cual en varias partes de sus escritos nos asegura formal

mente, é inculca en ello como una verdad esencial y fundamental del Cristianismo, que los hijos verdaderos de Abrahán, con quienes hablan las promesas, no son los que descienden de él segun la carne ó la naturaleza, sino los que descienden segun el espíritu: que estos últimos son todos los creyentes de cualquiera nacion que sean: que los que son de la fe, los tales son hijos de Abrahán*: que entre estos no hay distincion alguna de Judio y Griego, de bárbaro y Scita, de libre y esclavo: puesto que uno mismo es el Señor de todos, rico para con todos los que le invocan. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvot. Y en otra parte: Porque en Jesucristo ni la circuncision vale algo, ni el prepucio, sino la fe que obra por caridad. Supuesta esta doctrina tan repetida del Apostol y maestro de las gentes, que ningun Cristiano puede ignorar, argumentan así. Las promesas que se leen en las Escrituras para despues de la venida del Mesías, hablan solamente, segun S. Pablo, con los hijos verdaderos de Abrahán: esto es, no con los hijos, segun la carne, sino con los hijos segun el espíritu: porque no todos los que son de Israel, estos son Israelitas: Ni los que son linaje de Abrahán, todos son hijos §. Estos hijos verdaderos de Abrahán, segun el mismo Apostol, son todos los creyentes de todas las naciones, sin distincion alguna de Judio y Griego, de circuncision y prepucio, de libre y esclavo, de bárbaro y no bárbaro, &c.: los que son de fe, los tales son hijos de Abrahán: luego las promesas que se leen en las Escrituras para despues de la venida del Mesías, hablan solamente con los creyentes de todas las naciones, sin dife

* Quia qui ex fide sunt, ii sunt filii Abrahæ. - Ad Galat. iii, 7. + Nam idem Dominus omnium, dives in omnes qui invocant illum. Omnis enim quicumque invocaverit nomen Domini, salvus erit.Ad Rom. x, 12 et 13.

↑ Nam in Christo Jesu neque circumcisio aliquid valet, neque præputium: sed fides, quæ per charitatem operatur.— Ad Galat. v, 6. § Non enim omnes qui ex lsraël sunt, hi sunt Israëlitæ: Neque qui semen sunt Abrahæ, omnes filii. Ad Rom. ix, 6, 7.

rencia alguna de Judio y Gentil; luego hablan con la Iglesia presente que se compone de todos los creyentes de todo el mundo y orbe terráqueo, sin diferencia alguna de Judio y Gentil; luego no hacen mal, sino muy bien los doctores cristianos en entender y procurar acomodar del modo posible á la Iglesia cristiana (ya militante ya triunfante) las promesas que se leen en las Escrituras para despues de la venida del Mesías, aunque estas hablen nominadamente con los hijos de Abrahán, con los Israelitas, con Sión, con Jerusalén, con Judá, con Israél, ó con las reliquias preciosas de este pueblo infeliz.

245. Este discurso á primera vista justísimo, pues se supone fundado sobre la doctrína de un apóstol, perfectamente instruido en todo el misterio de Dios que encierran las Escrituras, ha sido por esto mismo como un doble velo, que nos ha cubierto á lo menos la mitad del mismo misterio de Dios. S. Pablo dice, que los verdaderos hijos de Abrahán, con quienes hablan las promesas, no son los hijos segun la carne, ó segun la naturaleza: sino los hijos segun el espíritu : esto es, los creyentes de cualquiera nacion que sean. Bien esta es una verdad clara, de que solo pueden dudar los que no son creyentes. Mas cuando S. Pablo enseña esta verdad á todos los creyentes, y con ella los consuela y anima, ¿de qué promesas habla? ¿Acaso de todas cuantas se leen en las Escrituras para despues de la encarnacion del hijo de Dios? Falso y falsísimo, por testimonio del mismo S. Pablo: el cual cuando habla en particular y de propósito de la conversion á Cristo (todavia futura) de los hijos de Abrahán, segun la carne, cita otras promesas particulares á ellos solos, que no pueden competer á los creyentes de todas las naciones, como luego verémos. Y los doctores mismos reconocen y confiesan á lo menos algunas de estas promesas particulares, y otras muchas (y las mas notables) parece que las reconocen y confiesan tácitamente, pues las omiten, ó apenas las tocan por la superficie.

246. Conque segun eso, hay en las Escrituras prome

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