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LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO Á LOS

ROMANOS.

CAPÍTULO 1.

La fe es necesaria para salvarse; porque sin ella nadie se justifica: y de la razón se abusa tanto, que los preciados de sabios vienen á ser los más vicio

808.

PABLO, siervo de Jesu

sucristo, llamado após tol, apartado para el Evangelio de Dios,

2 El cual había antes prometido por sus profetas en las santas Escrituras,

3 Acerca de su Hijo, (que fué hecho de la simiente de David según la carne,

4 El cual fué declarado Hijo de Dios con potencia, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos), de Jesucristo Señor nuestro,

5 Por el cual recibimos la gracia y el apostolado para la obediencia de la fe en todas las naciones en su nombre,

6 Entre las cuales sois también vosotros llamados de Jesucristo:

nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

8 Primeramente, doy gracias á mi Dios por Jesucristo acerca de todos vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo.

9 Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi

espíritu en el Evangelio de

su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones,

10 Rogando, si al fin algún tiempo haya de tener por la voluntad de Dios próspero viaje para ir & vosotros.

11 Porque os deseo ver para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros;

12 Es á saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe vuestra y juntamente mia.

13 Mas no quiero, hermanos, que ignoréis, que muchas veces me he propuesto ir á vosotros, (empero hasta ahora he sido estorbado,) para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás Gentiles.

7 A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos: Gra-á cia y paz tengáis de Dios deudor.

14 A Griegos y á bárbaros, sabios y á no sabios soy

15 Así que, cuanto á mí, presto estoy á anunciar el Evangelio también á vosotros que estáis en Roma. 16 Porque no me avergüenzo del Evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquél que cree; al Judío primeramente, y también al Griego.

17 Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe, como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe.

18 Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad é injusticia de los hombres que detienen la verdad con injusticia:

19 Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó:

Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes. 24 Por lo cual también Dios los entregó á inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre si mismos:

25 Los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo á las criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

26 Por esto Dios los en- * tregó á afectos vergonzosos; pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza:

27 Y del mismo modo, también los hombres, dejando su uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la

20 Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusa-recompensa que convino á bles: su extravío.

21 Porque habiendo conocido á Dios, no le glorificaron como Dios, ni dieron gracias; antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos fué entenebrecido.

22 Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos,

28 Y como á ellos no les pareció tener á Dios en su noticia, Dios los entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene,

29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de ava

23 Y trocaronla gloria del | ricia, de maldad; llenos de

envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades;

30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres,

31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia:

32 Que habiendo entendido el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, mas aun consienten á los que las hacen.

CAPÍTULO 2.

Demuéstrase que los Judios son tanto y más culpables por sus malas obras que los Gentiles. La verdadera circuncisión es la del espíritu y de la voluntad.

4 ¿0 menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento?

5 Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios: 6 El cual pagará á cada uno conforme a sus obras; 7 A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra, é inmortalidad, la vida eterna:

8 Mas á los que son contenciosos, y no obedecen á la verdad, antes obedecen á la injusticia, enojo é ira, 9 Tribulación y angustia será sobre toda persona humana que obra lo malo, el Judío primeramente, y también el Griego:

10 Mas gloria, y honra, y

el bien; al Judío primeramente, y también al Griego:

POR lo cual eres inex-paz á cualquiera que obra cusable, oh hombre, cualquiera que juzgas: porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo; porque lo mismo haces tú que juzgas.

2 Mas sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que hacen tales cosas.

3 ¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas á los que hacen tales cosas, y haces las mismas, que tú escaparás del juicio de Dios?

11 Porque no hay acepción de personas para con Dios. 12 Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley pecaron, por la ley serán juzgados:

13 Porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley serán justifiçados,

14 Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos:

24 Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los Gentiles, como está escrito.

25 La circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; mas si eres rebelde á la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión. 26 De manera que si el

15 Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pen-incircunciso guardare las samientos unos con otros: justicias de la ley, ¿no se16 En el día que juzgará el rá tenida su incircuncisión Señor lo encubierto de los por circuncisión? hombres. conforme á mi Evangelio, por Jesucristo. 17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de Judío, y estás reposado en la ley, y te glorías en Dios,

18 Y sabes su voluntad, y apruebas lo mejor. instruido por la ley;

19 Y confías que eres guia de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,

20 Enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia y de la ver. dad en la ley:

21 ¿Tú, pues que enseñas á otro, no te enseñas á ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas?

22 ¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio?

23 ¿Tú, que te jactas de la ley, con infracción de la by deshouras à Dios?

27 Y lo que de su natural es incircunciso, guardan. do perfectamente la ley, te juzgará á ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley.

28 Porque no es Judio el que lo es en manifiesto; ni a circuncisión es la que es en manifiesto, en la car ne:

29 Mas es Judío el que lo es en lo interior: y la circuncisión es la del corazón; en espíritu, no en letra: la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios.

CAPÍTULO 3.

En qué tienen la preferencia los Judios sobre los Gentiles. Unos y otros están sujetos al yugo del pecado. No es la ley, sino la fe en Jesucristo la que justifica. Pero la fe no destruye la ley, sino que la confirma,

QUE, pues, tiene más el
Judío? ¿ó qué aprove-

cha la circuncisión?

Gentiles, que todos están debajo de pecado.

10 Como está escrito: No justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, no hay quien busque á Dios.

2 Mucho en todas mane-hay ras. Lo primero ciertamente, que la palabra de Dios les ha sido confiada. 3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos, la incredulidad de ellos habrá hecho vana la verdad de Dios?

12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles: no hay quien haga lo bueno: no hay ni aun uno. 13 Sepulcro abierto es su garganta; con sus lenguas tratan engañosamente; veneno de áspides está deba

4 En ninguna manera, antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso; como está es-jo de sus labios;

crito: Para que seas justi- 14 Cuya boca está llena ficado en tus dichos, y de maledicencia, y de venzas cuando de ti se juz-amargura;

gare.

5 Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.)

6 En ninguna manera: de otra suerte, ¿cómo juzgaría Dios el mundo?

7 Empero si la verdad de Dios, por mi nentira, creció á gloria suya, ¿por qué aun así yo soy juzgado como pecador?

15 Sus pies son ligeros á derramar sangre.

y

16 Quebrantamiento desventura hay en sus caminos:

17 Y camino de paz no conocieron.

18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.

19 Empero sabemos que todo lo que la ley dice, á los que están en la ley lo dice; para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete á Dios:

8 ¿Y por qué no decir: 20 Porque por las obras (como somos blasfemados, de la ley ninguna carne se y como algunos dicen que justificará delante de él; nosotros decimos.) Haga- porque por la ley es el comos males para que ven-nocimiento del pecado. gan bienes? la condenación de los cuales es justa. 9 ¿Qué pues? Somos mejores que ellos? En ninguna manera: porque ya henos acusado á Judíos y á

21 Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas:

22 La justicia de Dios;

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