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todo el Ateismo, y con mas voz en negar la Providencia, en que tuvo por discípulo á Tácito, como lo mostraré en su Tratado. Este, pues, docto Poëta en la Noche de la gentilidad, en el primero libro reconoce que creer la inmortalidad del alma, aunque fuese error, es error feliz. Oyele.

Longe canitis si cognita vita

Mors media est: Certè Populi quos despicit

arctos

Felices errore suo, quos ille timorum

Maximus haud urget lethi metus: Indè ruendi Infernum mens prona viris, animæque capaces Mortis, & ignavum est redituræ parcere vitæ.

los

Y si bien este lugar de Lucano habla de que creian que el alma no padecia muerte con su cuerpo, sino que en peregrinacion continua pasaba de unos á otros; trata de la inmortalidad de ella, y la afirma engañada con la opinion en la tarea en que la pone. Son dignas de reparo tres palabras en los exâmetros referidos. La primera llamar ( el que no creia la inmortalidad del alma) felices con su error á los que la creian, de que se colige forzosamen. te que tenia por desdichados con su verdad á

los que la negaban. Ni tu misma bestialidad es posible, y quanto es mayor menos, que tenga por acierto el que hace infelices, y por error al que hace bienaventurados. La segunda es llamar á la muerte medio para otra vida, y no fin; y llama felices con su error á los que creen que el alma no muere ; porque de esta opinion procede el ánimo que esento de temor se arroja á los peligros, despreciando las amenazas del hierro. Y las almas capaces de muerte esta es la palabra tercera. Coméntase, y llámalas así, añadiendo que por esto juzgan es floxedad, y vileza perdonar la vida que ha de volver. No puedes negar que el tener las almas capaces de muerte en los gentiles hizo inmortales , y gloriosos, y aclamacion de todos los siglos y naciones á Scévola, á Lucrecia, á Caton, á Sócrates, á Marco Bruto, y 2 otros muchos. No obstante que como dice Tertuliano en el libro de Anima, cap. 1. Adeò omnis illa tunc sapientia Socratis de industria venerat consultæ æquanimitatis, non de fiducia comperta veritatis. Cui enim veritas comperta sine Deo, cui Deus cognitus sine Christo, cui Christus exploratus sine Spiritu Sancto, cui Spiritus Sanctus accommodatus sine Fi dei Sacramento?

Dime, pues, si persuadirse á que no moria el alma á aquellos Capitanes, y Filósofos, no por confianza de la verdad que sabian, sino por la industria de la igualdad del ánimo por comodidad aceptada, los hizo ocupacion de la fama, de las lenguas, y plumas, resca tando sus nombres del olvido, sin que la ancianidad de tantos años los haya podido enmudecer, ni acallar, y siendo verdad disfamada con fábulas; no puedes negar que no tiene precio, honra, y estimacion, que se defiende á la noche, que derrama la fuga de los años que llevándose envueltos én el polvo de sus pasos las Ciudades, los Reynos, y las Monarquias obscuras , y mudas, los respetas, y privilegia tan preferidamente. ¿Qué, pues, dirás de los infinitos gloriosos Mártires, cuyas santísimas almas fueron capaces de muerte, no como aquellas por industria de igualdad de ánimo premeditada, sino porque por el Sacramento de la Fé les fue dado el Espíritu Santo, y con el Espíritu Santo conocieron á Christo, y por Christo á Dios, y por él, y en él la verdad, que sin él no pudo, ni puede alcanzarse? Aprende, pues, de otros, Ateista, la dignidad que alcanza en el mundo la opinión, aun mal enseñada, y tan defectuosamen

te creida de la inmortalidad del ama, y de las palabras de Tertuliano el camino de hallar la verdad , para conseguir gloria eterna, esenta de la lima del tiempo, que tiene postrero dia, para aquella fama, y honra que será sepulcro á todas las grandezas, y blasones del mundo. Sea la conclusion, que si en esta materia el creer defectuosamente, y sin verdad tiene alabanza, y precio, y es ocasion de hazañas, y admirables; ¡ proezas de quánto mas esclarecidas obras, y mas inestimables maravillas, y milagrosas acciones lo será saberlo creer con verdad infalible, y obrarlo con gracia soberana, para corona eterna !·

En estas tres verdades, que hay Dios que hay Providencia, que hay alma inmortal, el texto de Job ha de ser mi texto. ¿Por qué piensas que Job en trabajos nunca vistos, y en persecucion tan cruelmente dilatada, tuvo paciencia siempre vitoriosa, y triunfante alma, no solo capaz de muerte, sino de calamidades, que se le hacian desear? Porque creyó,

,

, y supo creer la inmortalidad del alma, cap. 19. vers. 25. Scio enim quod Redemptor meus vivit, & in novissimo die de terra sur

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recturus sum: & rursum circumdabor pelle &in carne videbo Deum meum. Afir

mea

mando misterios tan grandes, como que hay Dios, Resurreccion de la carne, Alma eterna, que aguardaba Redentor , y su Resurreccion con la suya; no dice: Creo; sino: Sé; para enseñar que solo con infalible certeza se sabe que de Dios, y por Dios se cree.

lo

Es la paciencia el valenton que arma para vencedor de batallas el espíritu del hombre con su inmortalidad. Es señal de endiosamiento en el hombre, y fue la señal en que principalmente debieron los Judios conocer que Christo, siendo hombre, era Dios. Discurso. es del eminente pensar de Tertuliano en el libro de Patientia. Mira æquanimitatis Fides! Qui in hominis figura proposuerat latere, nihil de impatientia hominis imitatus est. Hinc, vel maximè Pharisæi, Dominum agnoscere debuistis: Patientiam hujusmodi nemo hominum perpetraret. Christo solo no participó nada de la impaciencia de hombre. Job participó algo, aunque levemente, no en las obras, ni en làs palabras, sino en el modo de decir algunas. El doctísimo Pedro Blesense en sus Advertencias á Job sobre aquellas palabras: In omnibus his non peccavit Job labiis suis, dice que de dos maneras se peca con los labios ó no diciendo lo que se ha de decir, ó diciendo lo que se ha

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