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que son del Espíritu de Dios: porque le son una locura, y no las puede entender: por cuanto se juzgan espiritualmente*.

426. Os dirán lo segundo los maestros de espíritu: que esta vision imaginaria es mucho mas clara que la vision corporal. Lo tercero: que es y ha sido siempre la mas comun y ordinaria, pues la vision puramente intelectual sin imágen alguna, por el mismo caso que es la mas alta y perfecta, es tambien rarísima, y mucho mas rara la que se hace por los ojos corporales. Lo cuarto: que el alma no puede dejar de verla cuando Dios se la pone delante, ni puede ver mas ni menos de aquello que se le da á ver. Lo quinto en suma: que para ver grandes visiones sean las que fueren, no tiene el alma necesidad de salir del cuerpo, ni de llevárselo consigo; sino de abstraerse de toda otra cosa, y atender inevitablemente á lo que tiene delante, y tambien á la inteligencia de ello, si se le da. Ya veis que aquí hablo solamente de visiones, no de revelaciones, ó inspiraciones, ó locuciones internas, que es cosa muy diversa de la vision. En esta, así como las cosas que se ven son imagenes, así lo es el lugar donde se ven: el cual lugar varía segun las circunstancias. Conque el argumento tomado del rapto de S. Pablo, y de tal cual lugar de los Profetas nada prueba á favor de un lugar determinado, fisico y real, en donde deba manifestarse eternamente á los ángeles y santos la gloria de Dios y Dios mismo.

427. Queda todavia otra dificultad, sobre la cual debémos decir cuatro palabras. La humanidad santísima de Cristo, ó el Hombre Dios, decís con suma razon, es de fe divina que despues de muerto y resucitado subió al cielo, ó á los cielos, en donde está sentado á la diestra

Animalis autem homo non percipit ea, quæ sunt Spiritûs Dei : stultitia enim est illi, et non potest intelligere: quia spiritualiter examinatur.1 ad Cor. ii, 14.

el es

de Dios Padre*. Aora, este Hombre Dios, no es como un espíritu, ó mas bien no es un puro espíritu, que píritu no tiene carne ni huesos†: es necesario que ocupe fisicamente algun lugar determinado, digno de su grandeza. Del mismo modo la santísima vírgen María y los otros santos que resucitaron con Cristo, deben ocupar algun lugar material y determinado. Este lugar ¿cual es? ¿Donde está? Mas: la ciudad santa y nueva de Jerusalén, que algun dia ha de bajar del cielo á nuestra tierra, y que actualmente se está todavia edificando de vivas... y escogidas piedras, i donde está? ¿En qué lugar del cielo se está edificando y construyendo este gran edificio?

428. A esta dificultad se responde en breve: que la santa y celestial Jerusalén se está edificando muchos dias ha de vivas... y escogidas piedras, en el mismo lugar donde está Jesucristo. Por consiguiente, la santísima virgen María, madre de este Hombre Dios, ya resucitada, los otros santos que resucitaron junto con Cristo, y toda la turba grandísima que ninguno podia contar§, que han entrado hasta aora, y entrarán en adelante en la vida, están donde está Jesucristo su redentor y autor de su salud eterna. Y Jesucristo mismo (volveis á decir y replicar); donde está? Esto último, Cristófilo mio (si se habla de algun lugar determinado, que es el punto particular y único sobre que actualmente disputámos), esto último, vuelvo á decir, yo no lo sé, ni vos, ni ninguno de cuantos viven sobre la tierra. Solamente sé, y esto con ciencia ciertísima, que Jesucristo desde el dia de su admirable ascension á los cielos, ha estado, está actualmente

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et 6.

Luc. xxiv, 39.

De vivis... et electis lapidibus.-Vide ep. 1 Pet. ii, 4, et 5,

§ Quam dinumerare nemo poterat.— Apoc. vii, 9. Et causa suæ salutis æternæ.

Vide ad Heb. v, 9.

y estará en adelante donde quisiere estár. Donde ha estado, donde está, y estará eternamente en la gloria de su Padre*: á la diestra de Dios Padre†: á la diestra de Dios‡: á la diestra de la virtud de Dios, &c. §: y allí mismo está y estará eternamente con toda su corte (por aora parte en cuerpo y parte en solo espíritu, y de la general resurreccion todos en espíritu y en cuerpo). Esta corte compuesta toda de hijos de Dios, y hermanos de Cristo; unos grandes, otros menores, otros mínimos, cada uno segun sus obras, goza actualmente (y gozará eternamente en cualquiera parte del universo en que se hallare, junta ó dividida), de la vision beatífica, ó del sumo bien: y todos y cada uno en cualquiera parte del universo, son aora, y serán eternamente bienaventurados. ¿No es esto una verdad?

429. Pues ¿con qué razon quereis encerrar al Hombre Dios no solo aora, sino eternamente y junto con él á todos sus ángeles y santos, en un solo lugar determinado del cielo, que vos mismo habeis imaginado? ¿No es dueño de todo? No se ha hecho todo por él, y para él, y por respecto de él? La composicion de lugar buena es en sí misma, y bonísima en la meditacion de la gloria. Usad de ella, amigo mio, pues nadie os lo proibe, ó impide, como la han usado tantos hombres justos y espirituales, y yo con ellos aunque pecador; mas si pretendeis que este lugar particular y determinado, que vos mismo habeis compuesto y ordenado à vuestro gusto, deba ser aora y eternamente el lugar único, verdadero, fisico y real, donde Dios se manifiesta aora y se manifestará eternamente á sus ángeles y santos, &c., debo deciros amigablemente, que vuestra pretension es irregular, por no decir injusta. Me contenta mucho mas lo que dice S. Pablo:" El que descendió, ese mismo es, * In gloria Patris. Mat. xvi, 27; et Marc. viii, 38. + Ad dexteram Patris. - Ex Simb. Constant. A dextris Dei. — Act. vii, 55.

§ A dextris virtutis Dei, &c.— Luc. xxii, 69.

el que subió sobre todos los cielos, para llenar todas las cosas *. Si este, para llenar todas las cosas, se hace, ó se está haciendo actualmente, ó si se hará solamente despues de la resurreccion universal, yo no sé. Me parece que se hace actualmente, y que despues se hará en su último grado de perfeccion.

430. Me queda aora que considerar vuestra última peticion: la cual por su inmensa estension necesita de un capítulo separado.

* Qui descendit, ipse est et qui ascendit super omnes cœlos, ut impleret omnia.-Ad Ephes. iv, 10.

CAPITULO XVI.

IDEA GENERAL DE LA BIENAVENTURANZA ETERNA DE TODOS LOS JUSTOS DESPUES DE LA RESURRECCION Y JUICIO UNIVERSAL.

PARRAFO I.

431. Esta idea general, realmente magnífica, aunque sensible y perceptible á toda suerte de gentes, por su misma simplicidad, desciende ó se sigue naturalmente de todo lo que acabamos de decir. Si no hay lugar alguno determinado en todo el universo, donde se deba manifestar á los ángeles y santos la gloria de Dios, ni aora, ni despues de la resurreccion universal: luego deberá ser todo el universo mundo, y todos los cuerpos innumerables que lo componen, sin escepcion alguna, aun entrando en este número nuestro miserable é iniquísimo orbe terráqueo: luego deberá ser indeterminadamente todo lugar. En efecto, este es nuestro sistema, porque este nos parece el verdadero sistema de la Escritura santa: vamos por partes.

432. S. Pablo, el doctor y maestro de las gentes (tocando estos mismos puntos que aora tocámos), dice lo primero: que Jesucristo está constituido por su divino Padre heredero de todo lo criado; pues por él, y para él, y por respeto de él, se ha hecho todo: al cual constituyó heredero de todo, por quien hizo tambien los siglos... por quien son todas las cosas, y para quien son todas las cosas *. Lo cual repite S. Juan en el principio de su

* Quem constituit hæredem universorum, per quem fecit et sæcula... propter quem omnia, et per quem omnia,Ad Heb. i, 2; et ii, 10.

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