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cree, ya ha sido juzgado*.
*... mas el que no creyere
condenado t.

será

282. Uno y otro decís, ó Cristófilo, consta clara y espresamente de la Escritura santa, y es preciso que uno y otro sea verdadero; pues esta Escritura santa es un libro todo divino, compuesto todo de verdades, y cuyo propio carácter, 6 distincion entre todos los otros libros, es que este siempre dice verdad, y los otros no siempre. ¡0 bendito del Señor: qué verdad tan importante nos decís aquí! Y uno y otro debe ser verdadero, porque así lo uno como lo otro consta espresamente de la Escritura santa? Mas, amigo mio, no es verdadero lo uno y lo otro, ni lo puede ser, si queréis que se hable de un solo tiempo, pues la Escritura santa no es capaz de anunciar para un solo tiempo, que una cosa será y no será. Como en vuestro sistema no hay mas de un solo tiempo, esto es, el intermedio entre la primera y segunda venida del Señor: como en vuestro sistema la consumacion del siglo, ó la vendimia, ó la mies, es lo mismo que el fin del mundo: como en vuestro sistema no hay que esperar otro tiempo, ú otro siglo, ú otra nueva tierra y nuevo cielo, despues de la gran vendimia, despues de la mies, despues de la consumacion del siglo, &c. : tampoco tenemos que esperar una concordia sólida y firme entre unas y otras profecías. Mas si se hace la debida distincion entre tiempo y tiempo, como la hace la Escritura santa, todo lo hallámos concorde, claro, facil y llano: distingue los tiempos, y concordarás los derechos ‡. Las cosas opuestas, diversas, enemigas entre sí, que no pueden concurrir en un mismo tiempo, sin destruirse las unas á las otras, no podrán comparecer en diversos tiempos cada cual en el suyo propio? Si antes de la consumacion del siglo, ó de la vendimia, ó de la mies, no puedan todas verificarse, no podrán verificarse plenísimamente unas antes, otras despues? Este despues (volvéis á replicar) se hace

* Qui autem non credit, jam judicatus est.-Joan. iii, 18. + Qui verò non crediderit, condemnabitur, &c. - Marc. xvi, 16. ↑ Distingue tempora, et concordabis jura. — Reg. Jur.

durísimo el admitirlo, porque destruye desde los cimientos, nuestro sistema. Bien y qué inconveniente halláis en esto? ¿ No es este el asunto ó fin principal á donde se endereza toda esta obra? ¿No es esto lo que venimos haciendo desde el principio hasta la presente? Yo saco, pues, de aquí una consecuencia que vos mismo debiais sacar, no cierto durísima en sí misma; sino antes suavísima, como una de las mas legítimas y justas que se han sacado jamás. Luego vuestro sistema no es bueno, ni lo puede ser en ningun tribunal; pues ni es capaz de concordar unas escrituras con otras, ni de concordarse con ellas mismas.

PARRAFO V.

283. Ya hemos dicho y tambien probado (con la pruebat legítima y única con que pueden probarse las cosas todavia futuras, que es la sola autoridad divina, auténtica y clara) que en la venida del Señor Jesus, que estámos esperando, así como ha de parecer esta tierra presente, para dar lugar á otra tierra nueva, que tambien esperámos segun sus promesas *, así ha de perecer en este trastorno universal la mayor y máxima parte del linage humano, quedando no obstante, vivos é indemnes algunos pequeños racímos despues de la gran vendimia, ó algunas pequeñas espigas despues de la mies, ó lo que es lo mismo, algunos pocos individuos de la plebe de los pobres *, de entre todos los pueblos, tribus y lenguas de todo el orbe: los cuales por su inocencia y simplicidad, no se hallarán dignos de la ira de Dios omnipotente (como no se halló en otros tiempos el justo Noé y su familia) ni de la ira del Cordero, ni de la espada de los filos, que ha de traer en su boca el Rey de los reyes, para herir con ella á las gentes. Estos pocos y pequeños racímos (prosigue Isaías) despues de acabada la vendimia... levantarán su voz, y darán alabanza: cuando fuere el Señor glorificado, alzarán la gritería

* Secundùm promissa ipsius. 2 Pet. iii, 13.
↑ De plebe pauperum. — Jerem. xxxix, 10.

Ut in ipso percutiat gentes, &c.— Apoc. xix, 15.

desde el mar... Desde los términos de la tierra oímos alabanzas, la gloria del justo*.

284. De este solo testo de Isaías, aunque no hubiesen tantos otros que lo confirman y aun lo aclaran, como verémos á su tiempo, se colige evidentemente, que todo este residuo de las gentes, que quedarán dispersas acá y allá, en todos los paises ó términos de nuestro orbe, no quedarán en adelante en la misma ignorancia ó distraccion en que antes estaban, respecto del verdadero Dios y de su Hijo el justo; sino que creerán en él, lo alabarán, lo desearán y se sujetarán á su dominacion con sumo gozo y complacencia, diciendo como el Apostol, despues de humillado y postrado en tierra: Señor, ¿qué es lo que debo yo hacer? Esta misma idea sustancial se lee en Jeremías: En aquel tiempo llamarán (dice) á Jerusalén Trono del Señor; y serán congregadas á ella todas las naciones en el nombre del Señor en Jerusalén, y no andarán tras la maldad de su corazon pésimo +. La misma idea se registra en Tobías: y todas las gentes se convertirán verdaderamente, para temer al Señor Dios, y en terrarán sus ídolos, y todas las gentes bendecirán al Señor. La misma en toda la Escritura.

285. La primera noticia (despues de concluida la vendimia y la gran borrasca) que tendrán estas felices reliquias, de haber llegado á nuestra tierra, despues de haber

Cùm fuerit finita vindemia. Hi levabunt vocem suam, atque laudabunt: cùm glorificatus fuerit Dominus, hinnient de mari... A finibus terræ laudes audivimus, gloriam justi.-Isai. xxiv, 13, 14, et 16.

↑ Domine, quid me oportet facere? - Vide Act. 16, 30.

In tempore illo vocabunt Jerusalem Solium Domini: et congregabuntur ad eam omnes gentes in nomine Domini in Jerusalem, et non ambulabunt post pravitatem cordis sui pessimi. — Jerem. iii, 17.

§ Et omnes gentes convertentur veraciter, ad timendum Deum Dominum, et defodient idola sua, et benedicent omnes gentes Dominum.-Version. Septuag. sup. xiv, 8, Tob.

recibido el reino el sábio y pacífico Salomón, 6 el sumo Rey, les será intimada verosimilmente por aquellos ángeles veloces, ó nuncios ligeros, de que hablámos en la cuestion 5 del cap. vii, cuya mision ó su asunto general se apunta en el mismo Isaías (cap. xxiv, ver. 15), y mas claramente en el Salmo xcv: Anunciad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas... Decid en las naciones, que el Señor reinó: Porque enderezó la la redondez de la tierra, que no será conmovida : juzgará los pueblos con equidad. Alégrense los cielos, &c.*

Las

286. Pues estos ángeles veloces, ó nuncios ligeros, segun yo sospecho (dejando libre el campo á cualquiera otro que quisiere trabajar en él) irán libre y espeditamente á todas partes, sin necesidad de carruage, ni de las naves, é instruirán perfectamente en el misterio de Dios á estas simples y felices reliquias de todas las naciones, que se hallarán llenas de temor y temblor por lo que acaba de suceder en nuestro orbe, y por eso mismo en óptima disposicion para recibir y abrazar la palabra de Dios. instruirán perfectamente en la historia antigua desde Adan hasta Noé, desde Noé hasta Abrahán, desde Abrahán hasta Moisés, desde Moisés hasta la primera venida del Hijo de Dios en carne pasible, con todas sus circunstancias y misterios y resultas, segun las Escrituras, y desde esta hasta su segunda venida en gloria y magestad, que acaba de suceder, como tambien estaba anunciado en las mismas Escrituras. Estos mismos nuncios ligeros (y tal vez juntamente con ellos muchos de los santos ya resucitados) con autoridad del supremo Rey y sumo Sacerdote, constituirán en todas partes, no solamente obispos ó pastores para lo espiritual y religioso, sino tambien príncipes, reyes, ó jueces, ó magistrados, para el buen órden y

6

* Annuntiate inter gentes gloriam ejus, in omnibus populis mirabilia ejus... Dicite in gentibus, quia Dominus regnavit. Etenim correxit orbem terræ, qui non commovebitur: judicavit populos in æquitate. Lætentur coeli, &c. - Ps. xcv, 3, 10, et 11.

quietud, en todo lo que toca à lo civil: mas todos súbditos, subordinados y dependientes del Supremo Rey y de su córte, &c. Estos en fin intimarán las leyes inmutables, así antiguas, v. g. el Decálogo, como nuevas y propias de aquel tiempo, con que el Señor quiere ser servido uniformemente de todos.

287. Y veis aquí con esto solo (aunque propuesto con tanta generalidad) renovada enteramente toda nuestra tierra y todo el mísero linage de Adan. Veis aquí tiradas todas las lineas y puestos todos los fundamentos para establecer sólidamente aquí en nuestra tierra el reino de Dios, que esperámos y pedímos, 6 el quinto reino incorruptible y eterno, el cual como se lee en Daniel: ...quebrantará y acabará todos estos reinos: y él mismo subsistirá para siempre*. Este residuo de las gentes, instruido perfectamente, santificado y como criado de nuevo, no menos que el residuo de Israél, compondrá junto con él, aquel un solo aprisco, y un pastor+ del evangelio: se multiplicará pacíficamente y llenará otra vez la tierra, pasando de generacion en generacion por muchos y muchísimos siglos (que S. Juan esplica con el número perfecto de mil), la fe, la simplicidad, la inocencia, el temor y conocimiento del Señor. Esto último os parece dificil de creer, considerando lo que ha pasado siempre entre los hombres, desde el principio hasta la presente; mas á esta consideracion debéis oponer estas otras: que no todos los tiempos han sido iguales y uniformes: que Dios ha dado mas en estos tiempos que en otros: que siempre ha dado mas despues, que lo que habia dado antes: que su misterio para con los hombres siempre ha ido creciendo de dia en dia: que este misterio llegará alguna vez hasta el dia perfecto... (porque) la mano del Señor no se ha

* Comminuet autem, et consumet universa regna hæc et ipsum stabit in æternum. - Dan. ii, 44.

↑ Unum ovile, et unus pastor. - Joan. x, 16.

↑ De die in diem.—2 ad Cor. iv, 16.

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