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VULGATA LATIN A

TRADUCIDA EN ESPAÑOL,

Y ANOTADA

CONFORME AL SENTIDO DE LOS SANTOS PADRES
Y EXPOSITORES CATÓLICOS,

POR EL ILUSTRÍSIMO SEÑOR OBISPO DE SEGOVIA
DON PHELIPE SCIO DE SAN MIGUEL,
EX-PROVINCIAL DEL ÓRDEN DE LAS ESCUELAS PÍAS DE
CASTILLA, Y PRECEPTOR DE NUESTRO AUGUSTO MONARCA
D. FERNANDO VII, SIENDO príncipe de ASTURIAS.

DEDICADA

AL REY NUESTRO SEÑOR.

TERCERA EDICION.

TOMO X.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO.

LOS THRENOS DE JERE MÍAS,
CON LA PARÁPHRASIS; LA PROPHECÍA DE barúch,

Y LAS DE EZECHIEL Y DANIEL.

MADRID

IMPRENTA DE IBARRA

1815.

Con privilegio exclusivo de S. M.

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ADVERTENCIA

SOBRE LAS LAMENTACIONES

DE JEREMÍAS.

Jeremías despues de haber cumplido en su largo ministerio con todos los oficios de fidelidad ácia su Dios, y de caridad ácia su nacion, para preservarla, si hubiera podido ser, de la ruina que le amenazaba; no desistió, aun despues de esta, de su primer zelo, ántes lo aplicó todo á hacer ver quán penetrada estaba su inocente alma del sentimiento de estos desastres, haciendo de su lengua y su pluma como un auténtico instrumento y testimonio del público pesar y lamentaciones. Por esto compuso esta pequeña coleccion de las que se leen en este Libro, para que la Iglesia tuviese en ellas un formulario de que en todo tiempo se pudiese servir, y principalmente en el de semejantes desgracias y trabajos; y el pecador materia y argumento para humillar su espíritu, y para proporcionarle y hacerle capaz de las consolaciones de aquel Dios, que las tiene prometidas á los que se disponen para una verdadera conversion con un corazon contrito y humillado, y con profundos gemidos y lamentos, que le sirven de materia y de estímulo,

Jeremías, pues, viendo la desolacion de todo el pais, la destruccion de la ciudad de Jerusalém y del templo, el pue

I S. Hieronym. Praf. in Jerem.

blo casi enteramente aniquilado, y la dispersion y cautiverio. de los pocos que de él habian quedado; en estilo poético, con términos y figuras llenas de entrañas de piedad, llora y lamenta en nombre de la Synagoga la extrema miseria á que se veía reducida. Para esto pone en primer lugar á la vista la grandeza de aquellas terribles é inauditas calamidades y desgracias; pasa despues á representar vivamente los enormes pecados del pueblo, que habian movido al Señor á tratarle con todo el rigor de su justicia, á la qual se somete, y adora con toda humildad, silencio y paciencia. Mas reconociendo que la ira del Señor iba templada con no pequeñas vislumbres de su misericordia, habiendo dexado una pequeña porcion de pueblo, para que esperase de su clemencia, que le restituiria á su antiguo explendor y libertad; por tanto el Propheta le exhorta á que sepa aprovecharse de todos estos castigos, y recoja de ellos el fruto conveniente, volviéndose al throno de la gracia por medio de una viva fe, y de una sincera conversion. Esto mismo hace él en nombre de la Synagoga; y asimismo con espíritu prophético le promete un efecto cierto y seguro de su benignidad en su restablecimiento, y en la ruina de todos sus enemigos. 2 c

Es cierto, segun consta del Lib. 11. de los Paralip. xxxv 25. que Jeremías compuso Lamentaciones en la muerte del Rey Josías, para manifestar su dolor por la sensible pérdida de un Príncipe tan piadoso y santo; y que aquellas sus canciones fúnebres mereciéron el aprecio general de la nacion, la qual hacia uso de ellas al celebrar la memoria de su Rey. Pero tambien parece indubitable por la expresion de los mismos textos, que las Lamentaciones que ahora tenemos recogidas en cinco Capítulos baxo el nombre de los Threnos de Jeremías, y de las que hace uso la Iglesia ya desde los tiempos de la Synagoga, son muy posteriores á la muerte de aquel Rey, y

no fuéron compuestas por aquel Propheta sino despues de la destruccion de Jerusalém, y del incendio de su ciudad y templo, quando ya los Judíos habian sido llevados en cautiverio á Babylonia.

Aunque el sentido literal inmediato tiene por objeto el llorar las calamidades de los hijos de Judá, y la ruina de la santa Ciudad, asolada por el exército de Nabuchodonosor; y con este motivo el excitar á penitencia, y mover á una sincéra conversion á los corazones de los Israelitas, afligidos y quebrantados con las pesadas cadenas de su cautiverio; pero se advierte otro segundo sentido mas principal, que es vaticinar la total ruina de Jerusalém, como castigo del enorme pecado del Deicidio, cometido por los Judíos contra la Persona de Jesu-Christo nuestro Salvador, y el llorar la ceguedad y perfidia de la Synagoga contra su Redentor, y la maldicion de Dios, que cayó sobre aquel pueblo treinta y siete años despues de la muerte de Jesu-Christo. La Iglesia misma nos lo hace conocer así por el uso que hace de estas sagradas Lamentaciones en los tres dias, en que celebra la memoria fúnebre de la muerte del Señor. Y estas mismas Lamentaciones enseñan á los Christianos el modo de llorar los males de la Iglesia perseguida en todos tiempos, primero por los Paganos, despues por los Hereges y Cismáticos; afligida tambien por el furor de los Bárbaros y Mahometanos, y en los últimos tiempos por los impíos, los Libertinos y los Atheistas, y los demas que vaticina San Pablo 11. Thessal. 11. 3. por la apostasía del tiempo del Antechristo.

Los quatro primeros Capítulos están ordenados en versículos acrósticos, de modo que á cada versículo corresponde por inicial una letra del alphabeto Hebréo segun su órden. Así el Cap. I. el II. y iv. contienen veinte y dos versículos segun el número de las letras del alphabeto. El Cap. III. tiene tres Tom. X. A 3

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