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TRADUCIDOS NUEVAMENTE AL CASTELLANO

EN VERSO Y PROSA

CONFORME AL SENTIDO LITERAL

Y Á LA DOCTRINA DE LOS SANTOS PADRES

CON NOTAS

SACADAS DE LOS MEJORES INTÉRPRETES,

Y ALGUNAS DISERTACIONES.

POR EL DOCTOR d. Tomás GONZALEZ CARVAJAL,

DEL CLAUSTRO Y GREMIO DE LA REAL UNIVER-
SIDAD DE SEVILLA, INTENDENTE DE LOS REA-
LES EGÉRCITOS, EX-DIRECTOR DE LOS REALES
ESTUDIOS DE SAN ISIDRO DE MADRID Y ACA-
DÉMICO DE NÚMERO DE LA REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA.

TOMO III.

CON LICENCIA DEL SUPREMO CONSEJO.

EN VALENCIA Y OFICINA DE D. BENITO MONFORT.
* AÑO 1819.

SOBRE LOS AUTORES DE LOS SALMOS.

I

En el prólogo puesto al libro se

gundo , porque acostumbrados los lecto

res á mirar el Salterio como obra indivisa, no extrañasen su particion en diversos libros, dimos alguna idea del orí gen de esta particion, y de lo que sobre ella se habia en diversos tiempos disputado. Y considerando del mismo modo ahora la general costumbre de mirar á David como autor único de toda la obra, diremos algo en este prólogo sobre los autores de los Salmos : cuestion que para muchos será nueva tambien, y que aunque hasta aquí no se haya echado menos, ya no puede diferirse el tratarla. Porque en los dos primeros libros casi todos los Salmos están á nombre de David: y la falta de los pocos que no lo están, si fueran ellos solos, no seria bastante para dejar de atribuírselos; pero en este tercer libro ya no hay mas que un solo Salmo que se titule de David, habiendo once titulados de Asaf, uno de Eman y otro de

Etán, sin contar tres en cuyos títulos suenan los hijos de Coré, porque pueden estar nombrados solo como cantores. Y si despues de esto volvemos á los demas libros, veremos que á nombre de Asaf hay en el segundo otro Salmo; uno en el cuarto á nombre de Moysés; y en el quinto hay dos á nombre ambos de Ageo y Zacarías, y uno al de Salomon. No cuento para esto con Iditun, porque en tres títulos en que se le nombra no está solo, sino con Asaf una vez y dos con David; y estos pueden mirarse como autores de la letra, siéndolo él de la música. Últimamente, repasando todo el Salterio, hallaremos sin nombre de autor muchos Salmos, á saber: dos en el libro primero, dos en el segundo, cinco en el cuarto, y veinte y ocho en el quinto; de manera que en el libro cuarto no quedan mas que once y en el quinto doce que se titulen expresamente de David.

2

Estas observaciones nos deben naturalmente conducir al exámen de la cuestion propuesta; pues no parece que tanta diferencia pueda haber sido casual. Porque despues de verse el nombre de David tan constantemente repe

tido en casi todos los títulos de los libros primero y segundo, y aun del cuarto, es ya demasiado querer atribuir su falta á olvido ó cualquier otro accidente en casi todos los del quinto. Este argumento, aunque negativo, adquiere con la repeticion tanta fuerza, que viene á hacerse positivo: y mas si se considera la expresa mencion hecha de otros nombres en tantos títulos; pues aun cuando los hijos de Coré (que tambien suenan en otros siete títulos en el libro segundo) pasen, como hemos dicho, por meros cantores; es muy duro decir lo mismo de Asaf, de Etán, de Eman, de Ageo y de Zacarías, de Moysés y de Salomon.

ني 3

Y quién despues de esto pensaria que pudiese llevarse á mal, si se dijese que no eran todos los Salmos de David? Pues en el catálogo de heregías que en el siglo cuarto escribió Philastrio Obispo de Brixia, del cual y de su obra hace mencion San Agustin en una epístola ad Quod vult deum, se cita por tal, y está señalada con el número 79 la opinion de los que esto creían, Las palabras con que aquel artículo empieza, y que todos copian, son las siguientes: Sunt alii haeretici, qui de in

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