No bien llegado el dia, Ya se acerca con él la pena mia. Mas ay! que en tan errada Opinion, de tus siervos me atreviera A negar el egemplo respetable. La razon ignorada Con vano afan averiguar quisiera, Que será para el hombre inescrutable, Y vea el fin del impio, y se sosiegue. En que suerte tan próspera los puso, Tu brazo justiciero Contra engaños engaños les dispuso; Caen por tu poder precipitados, Tanta desolacion y desventura? 16 Si dicebam : narrabo sic ecce nationem filiorum tuorum reprobavi. 17 Existimabam ut cognoscerem hoc; labor est ante ane, 18 Donec ixtrem in sanctuarium Dei: et intelligam in novissimis eorum.. 19 Verumtamen propter dolos posuisti eis: deiecisti eos dum allevarentur. 20 Quomodo facti sunt in 16 17 † 18 †19 20 16 Si decia, de este modo hablaré vesme aquí que censuraba á todos tus hijos. 17 Presumia conocer esto: trabajoso es para mí, 18 Mientras no entre en el santuario de Dios, y entienda el fin que han de tener. t19 Bien es verdad que tú les pusiste cerca las trampas cuando se elevaban, los derribaste. 20¿Cómo cayeron en de ¿Qué fuerza omnipotente Los derribó de la mayor altura A que mueran así por justa pena. +21 De los impios no es mas que vano sueño; Aunque no lo conocen sino cuando Los dispierta la muerte. Entonces tú con enojoso ceño Desde tu trono su impiedad mirando, Vuelves en polvo y nada Su soberbia y su dicha imaginada. Feliz yo, que inflamado Mi corazon trocado mi deseo, Mi ignorancia y mi nada conocidas, Obediente y sumiso á ti me veo. Y tú asiendo mi diestra me convidas Á seguir tus pisadas, desolationem, subito defecerunt: perierunt propter iniquitatem suam. 21 Velut somnium surgentium, Domine, in civitate tua imaginem ipsorum ad nihilum rediges. $ 22 +23 24 solacion? De repente faltaron: perecieron por su maldad. 21 Como sueño despues de dispertarse Señor en tu ciudad reducirás á la nada su imágen de ellos. 22 Porque se inflamó mi corazon, y se conmovieron mis entrañas y yo estaba reducido á la nada, y lo ignoraba. 23 Y me quedé hecho un jumento delante de ti y yo siempre contigo. 24 Tú me asiste de la ma Y entrar lleno de gloria en tus moradas. Porque ¿qué hay en el cielo, Qué hay para mí en la tierra, que agradarme Pueda sin ti, Dios mio? Desfallece Mi alma sin consuelo, 25 26 Y del mísero cuerpo ya faltarme Siento el vigor, cuando el deseo crece, Mi Dios, de tu presencia, Dios de mi corazon, mi eterna herencia. † 27 Los que de ti se alejen. Condenados Los adúlteros necios amadores A eterna desventura Serán, que de tu trato separados Suavísimo y dulce Contrarios admitieren, otros amores Y á tu amor y tu fe traicion hicieren. Por eso á mí conviene Siempre unirme á mi Dios con fe sincera; 28 no derecha, y por tu voluntad me guiaste, y me acogiste con honor. 25 ¿Y ciertamente qué tengo yo en el cielo, ó qué quiero en la tierra fuera de ti? 26 Desfallece mi corazon y mi alma: Dios de mi corazon, y suerte mia, Dios, eternamente. 27 Porque he aquí, los que de ti se alejan, perecerán: tú has destruido á todos los que te son adúlteros. 23 Masto bueno para mí es unirme á Dios: y poner en el Señor Dios mi esperanza. Y en él solo sus dulces esperanzas Y por eso, Señor, cantar espera Tus altísimas obras divinales. †29 29 Ut annuntiem omnes praedicationes tuas, in portis filiae Sion. † 29 Para anunciar todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion. SALMO LXXIII. Maschil de Asaph. Por or qué así nos desvias. Para siempre, Señor? ¿Por qué enojado, No ya como sulias, Amoroso apacientas tu ganado? : Templa el rigor acuérdate, te ruego, Que á tu sombra reposa, Tuya fue siempre, y tú la poseiste. De la feliz herencia Que para ti elegiste, Se lo arrancaste al impio de la mano: De Sion á tu gloria consagrada, I Intellectus Asaph. 2 Ut quid, Dcus, repulisti in finem? Iratus est furor tuus super oves pascuae tuce. 3 Memor esto congregationis tuae, quam possedisti ab initio. 4 Redemisti virgam haereditatis tuae: mons Sion, in que habitasti in eo. 5 Leva manus tuas in su I De inteligencia á Asaph. 2 ¿Por qué, Señor, repeles para siempre? Hase irritado tu furor contra las ovejas que apacientas. 3 Acuérdate de la congregacion tuya, que fue desde el principio tu posesion. 4 Tú rescataste el cetro de tu herencia: el monte de Sion, en que pusiste tu morada. 5 Ten tú levantadas siem |