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ne ó de este mundo, la prudencia presuntuosa de los hombres mundanos. I. Cor. I. 19. Séptimo: Sabiduría eterna, es nombre del Hijo de Dios. Luc. XI. 49. VII. 35. Octavo: Finalmente se toma por el conocimiento del dichoso fin á que Dios destina al hombre, y la práctica de los medios para llegar á él. Eccli. XIX. 13. Prov. I. 7. 1. Cor. I.

SABIOS. Asi llamaban los judíos á los literatos que sobresalian en la doctrina y prudencia. Alude á esto S. Pablo. I. Cor. VI. 5.

SACERDOTES. Llamábanse Príncipes de los sacerdotes, y tambien Pontífices, las cabezas de las veinte y cuatro familias sacerdotales en que dividió David á los descendientes de Aaron, por haberse multiplicado mucho, y evitar la confusion en el servicio del Templo. Cada una de estas familias servia por turno, y segun se cree, durante una semana; por manera que cada clase volvia á entrar en servicio al fin de 24 semanas. A Abia le tocaba el octavo lugar. I. Par. XXIV. 10. Joan. XI. 56. Los que dejaban de ser Sumos sacerdotes ó Pontifices, conservaban despues este nombre. La principal obligacion de los sacerdotes era enseñar la Ley al pueblo. Lev. X. 8. Es muy de notar que el Principe de los sacerdotes y sus partidarios, que mandaron prender a los apóstoles, eran saducéos, Act. V. 17.

SACO, en hebréo Sac; voz que tiene la misma significacion en todas las lenguas. Entre los judíos se llama asi metafóricamente el vestido grosero y estrecho, que solia usarse como señal de luto, tristeza, ó penitencia; y el cual era regularmente de pelo, á manera de chamelote muy hasto; y se llamaba tambien cilicio, tal vez por venir dicha de Cilicia, cuyos habitantes eran muy dados á la navegacion y comercio.

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SACRIFICIO. Trae su origen del mismo Dios que inspiró ya á los primeros hombres la idea de confesar el soberano dominio del Criador, y manifestarle su reconocimiento Gen. IV. 4. VIII. 20. Lev. II. 13 IV. 18. XVII. 28. Entre otras causas que pudo tener Moisés para disponer que los hebréos sacrificasen á Dios bueyes, car

neros etc. seria el que no adorasen como á dioses estos animales, venerados como tales entre los egipcios, Ex. VIII. 26; y tambien el apartarlos mas de los horrorosos sacrificios de carne humana (Ps. CV. 37. Véase Moloc), permitiéndoles esos sacrificios cruentos de animales, esto es, de bueyes, ovejas, cabras, tórtolas y pichones. En los sacrificios á los ídolos que hacian los paganos, cierta porción del animal ó cosa sacrificada se quemaba toda en honor del ídolo otra porcion quedaba para el uso de los sacerdotes, y otra para los que habian ofrecido el sacrificio, los cuales la comian ó en compañia de los sacerdotes, ó en su propia casa ó la enviaban á vender en los puestos públicos. Esta costumbre parece que venia ya de la primera edad del mundo.

El degollar la víctima lo hacia cualquiera; pero era propio del sacerdote el coger la sangre y con ella rociar el altar etc. Lev. 1. 5. No podia degollarse ó inmolarse la víctima fuera del templo. Deut. XII. 14. La víctima se sazonaba con sal; ademas de las libaciones, segun la Ley. Lev. II. 13. Véase Sal. Los sacrificios eran de cuatro clases: holocausto Lev. II. 3.: sacrificio por el pecado (llamado por eso pecado.) Heb. V. 21. X. 5.: sacrificio por el delito, ó culpa incierta. Lev. V. 17. El sacrificio de la mañana se llamaba matutino, y vespertino el de la tarde: en ambos se ofrecia un cordero. Ps. CXL. 3. Véase Oracion, Libacion, Altar.

SADUCEOS. Una de las cuatro sectas principales entre los judíos. Hacian poco ó ningun caso de las tradiciones de los antiguos, que tanto apreciaban los Fariséos; y se atenian, como los Caraitas, á la letra de la Escritura, Negaban la inmortalidad del alma, la resurreccion de nuestros cuerpos, la existencia de los espíritus etc. Mat. XXII. 23. Como creian que toda la recompensa de los buenos consistia en la felicidad ó bienes de esta vida, tenian por malos á los pobres y desgraciados, y mirábanlos como objetos de la cólera de Dios. Parece que la parábola del rico avariento, se dirige á pintar la

vida de los saducéos. Esta secta se componia de gente rica y de conveniencias; y tambien vemos que eran saducéos muchos sacerdotes, aun principales. Act. V. 17.

SAL: símbolo de la incorrupcion y perpetuidad; ó tambien de la buena sazon er que está una cosa, y con que se hace grata ó placentera á los demas. De aqui vendría el ponerse sal en las víctimas que se ofrecian á Dios. Lev. I. 13. Marc. IX. 48. Pacto de sal: pacto duradero. II. Paral. XIII. 5.

SALMO. Psalmus, del griego Psallein que significa taner suavemente un instrumento músico. Solia el canto del himno ir acompañado casi siempre de algun sonido de instrumento de música. S. Hilario y S. Juan Crisóstomo distinguen así el salmo y el cántico: salmo es el sonido del órgano ó instrumento músico, sin acompañamiento de voz. Cántico, la voz sola, sin órgano. Salmo de cántico, la voz seguida del órgano: cántico de salmo, el órgano seguido de la voz.

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SALUD. Significa primero el bien estar del cuerpo, ó exencion de todo mal. Segundo la victoria contra los enemigos. Luc. I. 71.; y asi sagitta salutis se llama una flecha que hiere al enemigo, y nos da la victoria. IV. Reg. XIII. 17. Tercero: la alabanza que se tributa á Dios. Apoc. XIX. 1. Cuarto: la abundancia de gracias de Dios. Luc. XIX. 9.; y asi cornu sulutis, denota la fuente de la felicidad, ó la abundancia de prosperidades. Luc. I. 69. Salud eterna, es la felicidad celestial. Apoc. XII. 10.

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que continuaron fieles á Roboam, se llamaron reino de Judá. Procuraron luego los reyes de Israel que las diez tribus no fuesen á adorar á Dios en Jerusalen, á fin de conservar viva siempre la enemistad entre los dos reinos , y asegurar mejor el nuevo trono levantado en Samaria. Con este designio fomentaron el culto de los ídolos; y los dos pueblos de Judá é Israel, aunque salidos de una misma familia, estuvieron en contínuas guerras entre sí, con las cuales prepararon mútuamente su ruina.

Doscientos cincuenta y nueve años despues de este cisma ó division, Salmanasar y Azaradden, reyes de Asiria, vinieron con sus ejércitos contra la Palestina, se apoderaron y arruinaron á Samaria; y llevándose cautivos sus habitantes acabaron para siempre con el reino de Israel. Para poblar de nuevo la Samaria enviaron á ella familias cutéas, idólatras de orígen, las cuales llevaron consigo sus ídolos y supersticiones. Como Dios castigó la idolatría de los cutéos con una irrupcion de bestias feroces, el rey de Asiria les envió un sacerdote israelita para que les enseñara el modo de adorar y tener propicio al Dios de los hebréos; y desde entonces conocieron y adoraron al verdadero Dios, aunque sin dejar muchas prác. ticas idolátricas. Con el tiempo fueron volviendo y uniéndose con los cutéos, muchas familias hebréas.

.: El reino de Judá, rebelde é infiel tambien al Señor, como el de Israel, fué destruido ciento y veinte y tres años despues que el de este, por Nabucodonosor, rey de Asiria el cual destruyó á Jerusalen y á su templo, llevándose cautivos á Babilonia á los habitantes del reino de Judá. Al volver estos de la cautividad, en tiempo de Ciro, no quisieron unirse con los samaritanos para reedificar el templo; y estos edificaron por consiguiente uno en el monte Garizim, semejante al de Jerusalen ; con lo cual creció hasta lo sumo el odio entre los dos pueblos: de manera que en tiempo de JesuCristo la mayor injuria que podia hacerse á un judío, era llamarle samaritano. En tres puntos parece que se diferenciaba la creencia religiosa de estos

dos pueblos. Primero: Los samaritanos no admitian como escritura sagrada sino los libros del Pentateuco. Segun do: No hacian caso de las tradiciones de los doctores judíos, y se atenian á sola la Escritura. Tercera: Sostenian que debia darse culto al verdadero Dios en el monte Garizim, donde los Patriarcas le habian adorado; y no precisamente en Jerusalen.

SANGRE. Se toma figuradamente por la vida ó el alma; y para inspirar Dios horror al homicidio, prohibió á los hebréos el alimentarse con la sangre de los animales, ó comer de ella. Gen. IX. 4. Lev. XVII. 10. Por lo mismo se ofrecia á Dios en sacrificio, y se rociaban con ella las víctimas, como para protestar que era el autor y dueño de nuestras vidas, y que por Los pecados mereciamos el perderla; y era tambien una figura de la sangre del Redentor. Segundo: Significa á veces parentesco. Ezech. XXXV. 6. Tercero Las pasiones ó inclinaciones del hombre. Mat. XVI. 17. Cuarto: Todo género de abominaciones Ꭹ malda. des. Is. I. 15. Quinto: La sangre de la uva, quiere decir el vino. Gen. XLIX. 11. Sesto: Edificar una ciudad con sangre, es oprimir á los desvalidos, ó hacerse poderoso oprimiendo al prógimo. Hab. II. 12. Séptimo: Hacer caer la sangre sobre otro, es hacerle responsable del delito, y pena correspondiente; y librar de la sangre á alguno, es librarle del castigo ó pena por haberla derramado. Ps. L. 16. Math. XXVII. 25. Act. XVIII. 6. Octavo: Lavarse en sangre las manos ó pies, es hacer gran mortandad: lavarse las manos en la sangre del pecador, es escarmentar en cabeza agena. Ps. LVII. 11. Noveno: sangre, es á veces lo mismo que mor

tandad.

ASPERSION DE SANGRE. Ceremonia con que en la Ley antigua se simbolizaba la remision de los pecados, y la redencion que nos mereció la pasion y muerte de Jesu-Cristo. Exod. XXIV. 8. Véase Sacrificio.

SANTO. La palabra hebréa Kodesch, ó Kadosch, la griega Aguios, y la latina Sanctus, todas se derivan de raices que significan, lo que une ó ata; de modo que en su etimologia, Santo denota atado, adicto, destinado, dedicado á

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alguna cosa. Lev. XXVII. 28. Por eso David decia: (Ps. 85.) Custodi animam meam, quoniam sanctus sum. Y por eso se llamaban santos los judíos, y despues los cristianos: pues que por la fe que profesaban, y la Ley que guardaban estaban dedicados ó adictos á Dios. De aqui las espresiones: Sanctificate super eam bellum: votad, ó dedicaos á hacerle la guerra etc. Jerem. VI. 4. XI.3. LI. 28. Joel. II. 14. Act. XIII. 34. Y como entre los verdaderos adoradores de Dios, es donde se hallan los hombres mas virtuosos, humanos, benéficos etc., por eso, santo es lo mis mo muchas veces que hombre bueno y virtuoso, un buen cristiano. Act. IX. 13. Sancta, equivale en estilo hebréo á Sanctuarium, el cual encerraba dentro de sí las cosas santas.

SANTIFICAR. En estilo de los hebréos significa destinar una cosa ó persona al servicio del Señor; pero tambien alguna vez significa solamente eximirla de una mancha, defecto ó enfermedad corporal.

EL

SANTUARIO. Entre los judíos se llamó asi la parte interior y reservada del Tabernáculo: y despues, del Templo que sucedió á aquel, EL SANTO, EL LUGAR SANTO, SANTO DE LOS SANTOS. Son tres nombres con que se significa el Templo; y á veces la parte ó recinto mas interior, donde solamente entraba el Sumo sacerdote, y que era inirado como figura de la gloria. Heb. IX. 24. Ps. CL. Véase Templo.

PESO DEL SANTUARIO, es lo mismo que peso exacto ó justísimo. Entre los hebréos los sacerdotes custodiaban en

el templo unos pesos y medidas, que servian para arreglar las demas. Véase Monedas y Medidas.

SATAN. Palabra hebréa que significa enemigo, adversario, ó aquel que se le, vanta contra nosotros, nos persigue, y nos daña. I. Reg. XIX. 22. III. Reg. V.4. Mat. XVI. 23. Generalmente designa al demonio, ó diablo nuestro enemigo. Apoc. II. 14. Véase Demonio. SATO: Medida. V. Monedas. SCENOPEGIA. Véase Fiestas. SENO. La bienaventuranza

eterna

está representada muchas veces hajo la metáfora de un convite deliciosísi mo; y como los orientales le celebran,

ó comen recostados sobre una especie de camapés, ó estrados, la cabeza de un convidado está muy cerca del pecho ó seno del otro. De aquí se vé lo que significa que Lázaro fué llevado al seno de Abrahan; que S. Juan estaba recostado sobre el pecho del Señor la noche de la Cena etc.

SENO, á veces es lo mismo que pliegue ó doblez del vestido: este era talar entre los orientales, los cuales vestian una túnica muy ancha. Prov. XVI. 33. Luc. VI. 38.

SEMANAS. Tres especies de semanas tenian los hebréos. Primera: Semana de dias, ó desde un sábado á otro. Segunda de años, ó desde un año sabático á otro; y en fin semanas de siete años sabáticos, ó de un jubiléo á otro. Véase Calmnet.

SEÑALES, Ó LLAGAS (stigmata), Algunos idólatras se hacian en las manos, brazos, ú otra parte del cuerpo ciertas incisiones, ó divisas en honor de algun ídolo. Lev. XIX. 28. Apoc. XIII. 16. En los antiguos pueblos solian los amos poner en la frente de sus esclavos una divisa, ó el nombre del dueño. Despues algunos convertidos á la fe solieron hacer alguna vez una cosa semejante para protestar su fe en Jesu-Cristo. Tal vez S. Pablo aludia á las señales que los azotes habian dejado en su cuerpo, cuando dijo que llevaba en él las señales de Cristo. Gal. VI. 17.

SEPULCRO, en hebréo Schol. A veces se toma figuradamente. Primero: Por la muerte. Job. XVII. 1. Segundo: La morada de los muertos, que en griego se llama ades, y en latin infernus; de infra, que es decir', un lugar bajo y profundo. V. Infierno. Tercero: La miseria ó afliccion. Ezech. XXXVII. 12. Cuarto: Un lugar de infeccion ó corrupcion. Ps. V. 11. XIII.3. El ser privado del honor de la sepultura el cadáver, de alguno, y dejado para pasto de los animales silvestres, era castigo muy grande, é infamia notable entre los judíos. Psal. LXXVIII. 2. Porque era estilo entre ellos, naciones, el hacer muchas demostraciones de dolor en el entierro de los difuntos; y con muchas ceremonias, como de música fúnebre, de gentes que llorasen etc. Los judíos envolvian el ca

un

y otras

dáver con un lienzo, y la cabeza con un pañuelo, y fajaban despues el cuerpo, como el de un niño, de pies á cabeza. Antes le embalsamaban con mas ó menos abundancia, segun la posibilidad y calidad de la persona. Joan. XIX. 40. Los sepulcros entre los hebréos y otros pueblos eran unas cuevas bastante capaces, y no el lugar precisamente necesario para contener el cadáver. Entre los romanos se llamaron catacumbas. Los pobres eran enterrados en una fosa; mas los ricos tenian sepulcros aparte en sus posesiones para sí y sus familias; y eran á veces cuevas abiertas espresamente en una roca, cuya entrada tapaban con una gran piedra. El tocar no solo los cadaveres, sino aun los sepulcros, causaba entre los hebréos impureza legal; de la cual tenian que purificarse luego. Para advertir á todos el lugar de un sepulcro solian blanquear con cal la piedra que servia de puerta, á fin de que la gente no se acercase.

SEXTARIO: Medida. V. Monedas. SEXTERCIO: Sextertium. Moneda, V. Monedas.

SICLO Moneda. V. Moredas.

SIERVO, SERVIR. No siempre deben tomarse en sentido rigoroso por esclavitud; porque suele denotar sujecion á otro, ó el pagarle tributo, ό meramente el estar á su servicio. Siervo suyo llama Dios al impío Nabucodonosor, Jer. XLIII. 10, porque servia de instrumento á Dios; y en este sentido todos los reyes buenos y malos son ministros y siervos de Dios.

SIETE. Este número se miró desde

el principio del mundo con singular veneracion, á causa de haberle santificado el señor despues de la creacion. Por eso el sábado se mira como voz que significa reposo; y el número siete, como complemento de una cosa, á la cual uada falta ya. De aquí es que se halla continuamente ea los usos y ceremonias religiosas de las naciones mas antiguas. Abrahan hizo un presente á Abimelec de siete carneros, para que se ofreciesen en holocaustó al Señor, Los amigos de Job, aunque no eran hebréos sino iduméos, ofrecieron en sacrificio siete becerros y siete carneros. David hizo inmolar el mismo número de víctimas en la traslacion

I

del Arca. La semana es de siete dias. Siete semanas designan la fiesta de Pentecostés. En el Apocalipsi vemos siete candeleros, siete sellos, siete Angeles, siete estrellas etc. Tal vez de Ja perfeccion que simbolizaba el número siete, provino la idea de que el número ocho denotaba sobreabundancia, ó el estado quieto y tranquilo de una cosa, despues de perfectamente acabada; ó el pleno goce de ella: y de aqui las octavas en las fiestas. Levit. XXXIII. 26. Eccle. XI. 2. El número siete se toma por un número indeterminado, ό por lo mismo que muchas veces, ó múchos. En este sentido decimos en castellano: Pagar con las seteRut. IV. 15. Prov. XXVI. 16. Mat. XVIII. 21. Ps. XI. 8.

nas.

SIGLO, Sæculum. En la Escritura denota, primero : Un largo tiempo. Gea, VI. 4. Segundo: La eternidad, Gen.III. 22. Ezech. XXV. Mich. VII. 14. Malach. III. 4. Tercero: El mundo, ó la vida. Mat. XIII. 22. Luc. XVI. 8. Cuarto: Se toma á veces en mal sentido, esto es, por el mundo ú hombres mundanos. II. Cor. IV. 4. V. Mundo. De aquí las espresiones: Principes, ó Potestades de este siglo: riquezas de este siglo etc.

SILO. Ciudad de la tribu de Efraim; donde estuvo el Arca de la Alianza trescientos veinte y un años. Los Efraimitas se llamaban tambien Efrutéos. Ps. CXXXI. 7.

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y

SINAGOGA. Voz griega que significa reunion, junta, asamblea, Asi se lamaba entre los judíos lo que entre nosotros Iglesia, voz tambien griega. Véase Iglesia. Eran pues las sinagogas los lugares en que se juntaban los judíos á orar á oir la lectura v esplicacion de la Escritura en los sábados y fiestas de su religion. Alli donde, por ejemplo, por ser corto el número de los judíos, no habia sinagoga, habia oratorio donde se juntaban para hacer oracion y sus plega rias. Solian estar estos lugares en sitios retirados, ó junto alguna fuente, rio, etc.

En el pueblo hebréo no eran solamente los sacerdotes los ministros de la sinagoga; sino que los mas principales en ella eran algunos Ancianos, Îlamados en el Evangelio Príncipes de la

sinagoga. El ministro era el que pronunciaba las oraciones en nombre del pueblo, y le instruia. Luc. XVI. 17. IV. 16. Act. XIII. 15.

SINAI. Eu hebréo Sina: voz que significa zarza. Horeb significa desierto. Horeb y Sinaí son dos picos ó alturas de una misma montaña.

SINEDRIO. Voz griega (Concilium) de donde viene la voz Sanedrim de que usan los hebréos. Llamábase asi el tribunal ó asambléa suprema, donde se juzgaba de los negocios graves de las tribus, de los falsos profetas y supremos sacerdotes, y de las cosas tocantes á la religion, y de los delitos graves. Deut. XVII.8. Mat. XX. Parece que desde la cautividad de las diez tribus, ya no se elegian para jueces solamente los ancianos mas respetables de las familias de cada tribu: sino que en los últimos tiempos, Mat. XX. 18., se componia de sacerdotes, de ancianos del pueblo, y de príncipes de los sacerdotes. El tribunal particular de cada ciudad se llamaba juicio (II Par. XIX.), el cual era de tres jueces. Despues habia otro de veinte y tres jueces para los delitos ó asuntos mas graves.. Estos se llamaban sinedrios menores. El lugar de estos tribunales menores era junto á la puerta de la poblacion. Pero el gran sinedrio se juntaba siempre en una sala del edificio del Templo. Mat. XX.

SION se toma por Jerusalen, y aun por toda la tierra santa ; bien que en rigor solamente significa el monte en que estaba el alcazar ó ciudadela de Jerusalen. Esta ciudad lámase tambien Salem, ciudad de la paz, nombre que tenia en tiempo de Abrahan la antigua Jebus, que luego David llamó Jerusalen.

Sobre el monte Moria estaba edifi

cado el Templo, y el alcazar de Jerusalen sobre el de Sion. No debe confundirse este monte Sion con unas de las bajas colinas del monte Hermon Ps. CXXXII 4, que se llaman Sion, escrito con Tsade y no con Sin. Véase Templo.

SOL. La luz del sol, y el sol naciente se toman algunas veces en la Fscritura por símbolo de la prosperidad; asi como el sol obscurecido, por sinónimo de la calamidad, adversidad etc.

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