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nota su fuerza y energía ó actividad en ejecutar las órdenes de Dios. Heb. I. 7. Quinto: Fuego sagrado era el que estaba destinado en los templos para el uso de los sacrificios. Los paganos creian purificarse, saltando ó pasando por encima del fuego encendido en honor de sus dioses; práctica que prohibió Moisés á los judios. Véase Infierno, Moloc, Altar.

G.

GALILEOS. Secta de judíos, asi lla mada de Judas de Galiléa, el cual enseñaba ser cosa ilícita á los judíos el pagar tributo á un Príncipe estran gero; alegando que solamente Dios era Señor del pueblo de Israel. Los fariséos opinaban del mismo modo; peso sin tanto tezon, ni publicidad. Como los Galiléos creian que no podia rogarse á Dios por los Príncipes infieles, por eso se separaban del resto de los judíos al ofrecer sus sacrificios. No ha rian caso de que el Señor por Jeremías encargaba á los judíos que rogasen por el Rey de Babilonia. Jerem. XXIX. 7. Baruc I. 10. Era esta secta muy despreciada entre los gentiles. En todo lo demas seguian los Galiléos las mismas doctrinas que los Fariséos. Act. V.37. Algunos fariséos sospecharon que JesuCristo era de dicha secta, y por eso le preguntaron maliciosamente si era líci to pagar el tributo al César. Math. XXII. 17.

GAZOFILACIO. Voz griega compuesta de gaza riquezas ó tesoro, y de phyllacto guardar ó custodiar. Llamábase tambien asi entre los judíos el arca ó cepo donde echaban las ofrendas ó limosnas para el templo. Marc. XII.41.

V. Corbona..

GENEALOGÍA. En la Escritura significa muchas veces cualquiera descripcion ó catálogo, en que se refiere el origen de alguna cosa; pero particularmente denota la serie de progenitores ó descendientes y tambien la razon de la vida y hechos de alguno. Véase Libro. Debe tenerse presente que entre los judíos se daba, aun mas comunmente que entre nosotros, el nombre de hijo al yerno. Asi S. Lucas dice que Salatiel era hijo de Neri, siendo sola

mente rerno; y en la genealogía que nos da de Jesu-Cristo llama á S. José hijo de Eli, tal vez por haberse desposado con María santísima, hija de Elí. Asi es que S. Matéo, que dice que José era hijo verdadero de Jacob, usa de la palabra engendró: pero San Lucas de la otra mas general: fué hijo de Elí. Pudo pues Elí ser, ό suegro de S. José, ó bien padre legal, y Jacob padre natural. Véase Matrimonio. Tambien es de notar que los Evangelistas, omitiendo algunos pocos ascendientes de Jesu-Cristo, redujeron á tres divisiones de catorce progenitores cada una, toda la genealogía de Jesus; distinguiendo cada division con un suceso ó época notable. La palabra griega Geneai, no tanto significa generaciones, como edades, ó el espacio regular de la vida humana. En la genealogía de Jesu-Cristo omitió el Evangelista S. Matéo á Joaquin, padre de Jeconías é hijo de Josías, segun se ve I. Paral. III. 18. No obstante en algunos códices se halla Joaquin despues de Josías.

GENTILES. En hebréo Gojim, gentes, naciones. Asi llamaban los hebréos á todos los demas pueblos de la tierra. La aversion de los hebréos á los gentiles era principalmente por causa de la idolatría que dominaba entre las demas naciones de que estaban rodeados, y tambien por las irrupciones y guerras que tenian que sufrir muy a menudo de parte de ellas. Sin embargo, vemos que en tiempo de Salomon habia en Judéa mas de 150 mil gentiles que adoraban al verdadero Dios. II. Reg. IX. 21. Una de las muchas preocu paciones que tenian los judíos era que Dios habia abandonado á las demas naciones del mundo, y que solamente cuidaba de ellos; dejando á los demas hombres sin el socorro de su gracia. Pero en la misma Escritura se halla noticia de grandes adoradores ó siervos de Dios entre los gentiles. Tal fué el Sto. Job en la Iduméa. Véase III. Reg. VIII. 41. Tambien solían los judíos llamar helenistas ó griegos á todos los demas pueblos; y asi en S. Pablo (Rom. I. 16. II. 10. Colos III. 11.) griego y gentil es una misma cosa. Y a veces los judíos de la Judća liamaban griegos á los judíos que habita

ban entre gentiles. Tambien solian entenderse por griegos los pueblos cultos; entre los cuales ocupaban el primer lugar los romanos.

GIGANTES. La voz hebréa Nefilim puede tambien traducirse hombres fuer tes, violentos y ambiciosos. Tal pudo ser el nombre de algunos descendientes de hombres muy robustos ó grandes: llamados por lo mismo, en estilo oriental y hebréo, hijos de Dios, ó de Elohim.

GOG y MAGOG. Con estos nombres designó Ezequiel ciertas naciones enemigas del pueblo de Israel. Ezech. XXXVIII. v. 2. y XXXIX. v. 2. Las mismas voces se hallan en el Apocalipsi cap. XX. v. 7; y por eso se han hecho mil congeturas sobre su significacion, que todavia es muy desconocida.

GOMOR : medida. V. Monedas. GRACIA. Llámase asi el auxilio que Dios nos da para obrar el bien : auxilio que proviene de su buena voluntad, y no de ningun mérito nuestro; y que nos da el Señor, mirando los méritos de su Hijo y Redentor nuestro JesuCristo: con el cual obramos conforme la Ley de Dios, y merecemos ulteriores socorros de su infinita misericordia. Pero no solamente el obrar bien, sino aun el pensamiento ó voluntad de hacerle, todo lo debemos á la gracia de Dios; la cual, como dice S. Pablo (Philip. H. 13.), produce en nosotros el querer y el obrar (et velle et perficere). Doctrina oportunísima para humillar el orgullo del hombre, y para alentarle igualmente en medio de las terribles tentaciones y obstáculos que tiene que vencer durante su peregrinacion al cielo. Con esta doctrina quedan confutados los cuatro errores siguientes: Primero: que el hombre puede llegar con sus fuerzas naturales á conseguir el fin sobrenatural, que es la gloria eterna, ó la clara vista de Dios. Segundo: que el hombre no tiene libre su voluntad, ó no conserva su libre arbitrio para querer ó no querer. Contra este error el Apóstol dice que el querer y el obrar estan en el hombre. Tercero: que el querer ó elegir es solo del hombre, y el perfeccionar la obra es de Dios. Contra eso el Apóstol dice claramente que ambas cosas son igualmente de Dios. Cuarto: que todo lo hace

Dios segun nuestros méritos, é en atencion á la manera con que nos portamos. Pero S. Pablo dice terminantemente que es por el beneplácito, buena voluntad de Dios. Véase Predestinacion.

GRIEGOS. V. Gentiles.
GROSURA (pinguedo). V. Manteca.

H

se

HEBRAISMOS: Espresiones ó modos de hablar propios de la lengua hebréa, que tambien suelen llamarse idiotismos de la lengua. Se ha ponderado demasiado la muchedumbre de los idiotismos hebréos; porque la mayor parte de ellos son frases ó modismos que usan tambien en casi todas las demas lenguas, aun en las européas modernas. Llámase idiotismo hebréo: Primero el usar un caso por otro, y lo mismo en los tiempos y modos de los verbos. Es de notar que la lengua hebréa no tiene casos ni declinaciones. en los nombres, y usa muchas veces de participios indefinidos, de nombres verbales etc. Como no tiene género neutro, en lugar de él usa por lo comun del femenino. Alguna vez conservó la Vulgata este femenino en lugar del neutro. Ps. XXVI. La mutacion de persona hablando de un mismo sugeto, tiene en hebréo particular elegancia y énfasis, aunque sea en una misma cláu sula, ó periodo. Ps. VII. Lo mismo la mudanza de número. Ps. XXXI. 12. Segundo: espresan los hebréos con una negacion la preferencia de una cosa sobre otra. Tambien en castellano decimos: mí me gusta el oro, no la plata ; para denotar que preferimos tener en oro nuestro caudal. Tercero: el superlativo le espresan á veces con una comparacion, con la palabra todo. Tambien decimos en castellano: Pedro es todo un hombre; para denotar que es hombre perfecto: Es todo amor; para significar que es sumamente amable ó amoroso. La repetieion de la misma palabra, ó la añadidura de la palabra Dios hace algu

nas

ό

veces oficio de superlativo. Tribus, tribus, es lo mismo que muchas tribus. Montes Dei, montañas altísimas. Tambien es nota de aumento el poner la cosa en plural. Ps. L. 16. El mismo

modo de espresarnos tenemos en castellano. Para ponderar una cosa buena, añadimos de Dios: si es mala, del Demonio. Cuarto: un término ó espresion débil, significa á veces mas de lo que indica: No es bueno, quiere decir es muy malo. Decimos en castellano: No está eso bueno; para denotar que está muy malo algun negocio. No le quedaré á usted muy agradecido, es lo mismo que me daré por ofendido. No me hace usted mucho favor en eso, significa: me hace usted agravio. Quinto es muy frecuente la supresion de las partículas comparativas, adversativas etc. Decimos tambien en castellano: Es un leon; omitiendo el como. Sesto: las palabras sueltas, sin verbo ni determinado sentido, son á veces indicio de un animo vehementemente poseido de alguna pasion, y las cuales facilmente entiende la persona á quien se dirigen. En estilo oriental son muy frecuentes; pero muchas veces nuestra lengua no las sufre. Mas sujetando tales espresiones al rigor gramático, pierden su propiedad y se enfrian. Septimo: en todas lenguas se usan términos no en su sentido rigoroso, sino tomados con cierta latitud: tales son las palabras, nunca, jamas, eternamente, para siempre etc.; aunque no se sigue de eso que nunca deban tomarse á la letra. Octavo las metáforas y alusiones á objetos comunes y usuales, las transposiciones de palabras, la elipsis, ó reticencia de algunas de ellas que ya se sobreentienden, varias construcciones que parecen irregulares etc., estas y otras (si se quiere) imperfecciones se hallan en todas las lenguas; pero el uso las hace mirar muchas veces como perfecciones, porque con ellas se manifiesta cierta energia, ú otra cualidad del lenguage. Ademas hay ciertas faltas en las traducciones, que no lo son en el original hebréo, en cuyo idioma serán bellezas. Noveno los términos para espresar los atributos y operaciones de Dios, precisamente se han de tomar en todos los idiomas, de los mismos que se usan para espresar las cualidades ó atributos de los seres inteligentes, que son los mas perfectos; y aun para espresar estas, nos hemos de valer de metáforas tomadas de las cosas corporales. Ver,

oir, comprender; palpar, significan la accion interior con que nuestra alma concibe y entiende una cosa. Véase Dios. Décimo: tambien en castellano, como en hebréo, el modo imperativo ú optativo solamente significan á veces la prediccion de un suceso, ó el deseo de que no suceda. Un padre dice á su hijo: Desdichado, anda, ve ά perderte ve á que algun dia te maten. Tal es el sentido de muchas frases de la Escritura que á primera vista parecen maldiciones ó imprecaciones etc. Oseas XIV.1. XV.16. Lo parecen en el testo latino, por no tener tanta abundancia de semejantes locuciones como las lenguas orientales. En todas las lenguas, hacer una cosa solo significa muchas veces mandarla hacer, dejarla hacer, ó anunciar que se hará. Asi decimos: El Rey construye una ciudad: de un magistrado, arruina una familia: de un orador, hace hablar á un personage: de un astrólogo, hace llover tal dia ó mes. Decimos que el juez justifica o condena, cuando declara inocente ó culpado á otro. Undécimo: en hebréo se usa muchas veces oracion sin verbo, CXLVIII.15. Ps.CXXXI.7. LXXXVI. 1.: pronombre sin nombre, y relativo sin antecedente, como nota Genebrardo (in Ps. XV. 4.); lo cual debe tenerse muy presente para no atribuir á un sugeto lo que se dice de otro. Oracion sin verbo, y relativo sin antecedente al empezar un discurso ex abrupto, son clara señal de la profunda meditacion, y vivísima imaginacion del que habla. (Ps. LXXXVI.) Duodécimo tambien es muy frecuente el repetir una misma idea, y á veces casi con las mismas palabras ; de suerte que en el segundo miembro del periodo se diga una misma sentencia, ó muy semejante á la del primero. Décimotercio: en la lengua hebréa, especialmente en poesía, se snele pasar rápidamente de una metáfora á otra; y tambien del sentido metafórico al sentido recto ó literal, y de este otra vez al metafórico: lo cual hace mucho mas dificil la traduccion, por habernos ya sujetado en nuestras lenguas europeas á ciertas reglas que los orientales no conocieron, ó no quisieron seguir. Décimocuarto : no

Ps.

siempre que en la sagrada Escritura se toma una semejanza de otra cosa, se aprueba esta misma cosa: solamente se saca de ella la comparacion ó semejanza. No es mas que hablar al pueblo segun sus opiniones, para hacerle entender mejor, ó temer lo que se le dice. (S. Agustin sobre el Salmo LVII. 6.) Lo mismo hizo Jeremías, cap. VIII. 17. Décimoquinto: estílase tambien en hebréo el usar de una palabra universal para denotar otra particular, ya sea en cosas ó personas. Gen. VIII. 4. Montes de Armenia, por uno de los montes. Judic. IX. 43. Sobre ellos, en vez de sobre él; y tambien se suele poner un número determinado por otro indeterminado; ó un número redondo, dejadas algunas unidades. Décimosesto: finalmente una de las causas mas frecuentes de los idiotismos hebréos es el sentido demasiado limitado que se ha dado á varias de sus partículas, traduciéndolas por algunas preposiciones ó conjanciones latinas, cuya significacion es menos general. La sola partícula hebréa wau, que en la Vulgata se traduce casi siempre et, debe traducirse en castellano de muchas maneras, como ya advertimos en el prólogo; porque esta conjuncion, como es casi la única en la lengua hebréa, sirve para todo, especialmente para empezar el discurso; siendo muchas veces insignificante y de mero adorno del lenguage, segun el gusto de la lengua. Lo mismo sucede en castellano con la partícula pues, con que a veces comenzamos á contar algo, o proseguimos la conversacion. A pesar de todo lo dicho, quedan siempre algunos hebraismos, ó frases y voces hebréas que no tie nen ninguna exacta correspondencia en nuestras lenguas, y de aquí resulta la obscuridad en las versiones de ciertos pasages de la Escritura. Por eso S. Gerónimo, aunque tuvo tan profundo conocimiento de las lenguas hebréa y griega, confesó que varias veces no habia hallado término latino para traducir bien la energía y significado de ciertas voces hebréas; y sobre todo, crece la dificultad cuando son frases proverbiales propias de cada nacion, y de ciertos tiempos no mas. Véase Figura, Vulgata, Escritura.

HEBREOS. Los descendientes de Abrahan, el cual salió de Caldéa, donde habia nacido, para ir á vivir en Palestina, á donde Dios le envió. De ahí le vino el nombre de hebreo ó heber: viajante, estrangero, ó mas propiamente transeunte. Otros le derivan de Heber, uno de sus ascendientes. Despues se llamaron israelitas, del nombre Israel que puso Dios al patriarca Jacob; y últimamente judios, cuando despues del regreso de la cautividad de Babilonia, se confundieron todas las demas tribus con la de Judá, que era la mas numerosa y principal de todas, y de la cual habia sido la familia reinante.

HEREGÍA: del griego Airesis, ó del verbo Aireomaí, que significa escoger, abrazar. Siguifica pues en su orígen una secta ó partido bueno ó malo. Mas regularmente se toma en la Escritura en mala parte por un error voluntario y pertinaz contra algun dogma de la fe católica. Los que no estan unidos ó adictos voluntariamente y con conocimiento de causa al cisma ó heregía, como sean bautizados pertenecen á la verdadera Iglesia. S. Aug. De Unit. Eccl. V. n. 73. Lib. I. de Bapt. cont. Donat. c. IV, n. 5. Ep. XLIII. ad Gloriam n. 1. S. Fulg. de Fide ad Pet. XXXIX. Nicole, Trait. de l'Unité de l'Eglise, 1. II. c. 3. Véase la nota al v. 23 de la Epist. de S. Judas.

HERMANO. En estilo de la lengua hebréa, y aun de casi todas las lenguas, so da este nombre, no solamente á los que han nacido de un mismo padre y madre, sino tambien á los parientes próximos. Desde el principio los cris tianos se trataban todos mútuamente de hermanos, por razon de considerarse hijos adoptivos de Dios Padre, y hermanos de Jesu-Cristo.

HERMOSURA. Species, pulchritudo. La palabra hebréa Naveh tambien significa á veces habitacion, morada etc. Ps. XLVI.5. LXXXVIII.16. Jer.XLIX. 49. Job V.4.

HERODES ASCALONITA, llamado tambien el Grande, es el que hizo reedificar el templo de Jerusalén, y el que mandó matar á los Inocentes. Su hijo Herodes Antipas es el que hizo degollar al Bautista; y el tercero, llamado Herodes Agripa el que hizo encarcelar á S. Pedro, morir á Santiago el Mayor ete.

HERODIANOS. Secta de judíos, de la cual se habla en el Evangelio. Mat.XXII. 16. S. Gerónimo y otros Padres creen que reconocian á Herodes el Grande por Mesías. Otros piensan que se llamaban asi los defensores de lo que habia hecho Herodes, sujetando los judíos al imperio romano, é introduciendo en la Judéa, por complacer á los romanos, varias costumbres de los gentiles, en especial la máxima de que cuando una fuerza mayor lo prescribe, es lícito el acto esterior de idolatría: opinion que se supone ahora comun entre los judíos dispersos por el mundo. Como los saducéos eran unos materialistas, probablemente adoptarian las máximas de los herodianos, y se confundirian con es

tos.

HIGUERA. Era un árbol que abundaba mucho en la Palestina, y por eso se habla de él tantas veces en la Escritura, como tambien de la vid etc. Jesu-Cristo maldijo una higuera que halló sin fruto (Marc. XI. 13.), no para castigar al árbol, sino para enseñar á sus discípulos, como se vé despues en el verso 22. Aunque el Evangelio advierte que no era tiempo de higos; quizá Jesu-Cristo no vió señal de que comenzasen ya á brotar: ó tal vez era una higuera de las estériles ó infructíferas que suelen tener mucha hojarasca 6 frondosidad, sin ningun fruto; de las cuales habla Plinio lib. XIII. c. 8. XIV. c. 18. Teofrasto lib. IV. c. 2. Tambien puede entenderse este lugar, que como no era todavía el tiempo de recogerse el fruto de los higuerales, era regular le tuviera aun aquella hi

guera.

HIJO, HIJA. En estilo de la sagrada Escritura, como en casi todos los idiomas, tienen estas palabras muchísimas significaciones, segun las varias especies de filiacion, la cual es de sangre, de adopcion, y de afecto ó amor. Pero ademas tiene la voz hijo otras acepciones, que parecerán muy estrañas é irregulares al que no tenga conoci miento de la índole ó caracter de las lenguas orientales. Las voces hebréas ben, bar, bath, que significan hijo, son sílabas radicales y primitivas, que tienen un sentido muchísimo mas genérico que nuestras voces hijo, hija.

Ben en hebréo significa en general aquello que viene ó sale, y asi se aplica á todo lo que tiene relacion de produccion ó causalidad, denotando lo mismo que nacido, oriundo, descendiente, lo que sale, proviene ó resulta de otra cosa: lo que tiene relacion o dependencia de ella, como el discípulo, el imi tador, el partidario, ó adicto, el destinado etc. Con esto ya se entenderá por qué Abrahan al salir de la edad de 99 años se llama filius 99 annorum, hijo de 99 años; y Saul al salir del año segundo de su reinado, hijo de un año. La puerta de la ciudad por donde sale la muchedumbre, se llama hija de la muchedumbre; un oráculo, hijo de lu voz; un navio, hijo del mar; la oreja, que es por donde entra el sonido, hija del canto ó música; un suelo ó tierra fértil, hija de la gordura ó del aceite ; los malvados, hijos de la iniquidad, hijos de la muerte ; los hombres esforzados, hijos de la fuerza; los ilustrados, hijos de la luz; las flechas, hijas de la aljaba; las estrellas del Norte, hijas de la estrella polar etc.; hijos de las bodas, ó del esposo, los amigos que acompañaban á este mientras duraban los dias de la boda. Muchas de semejantes locuciones se ven tambien en las lenguas européas. Decimos de uno, que es hijo del regimiento, hijo de Madrid etc.; de una planta, hija de América. Las palabras pudre, madre etc., y sobre todo el verbo nacer, le aplicamos figuradamente á cada paso, para espresar varias relaciones de una cosa con otra. HIJA DE SION. Cualquiera ciudad, mirada como patria de sus habitantes, se consideraba como la madre; y la poblacion que contenia, era la hija. Tambien se llamaban hijas sus aldeas vecinas ó las ciudades menores respecto de la metrópoli: filiæ Juda. Ps. XLVII.

11.

HIJO DEL HOMBRE. En la Escritura significa lo mismo que hombre. JesuCriste quiso llamarse muchas veces asi, para asegurar que aunque nacido por obra del Espíritu Santo, era verdadero hombre, como si hubiese nacido del modo que los demas hombres. Philip. II. 6. Alguna vez tambien denota el ser de gente comun y ordinaria ; y entonces en hebréo se dice ben Adam; hijo del Hombre: pero cuando se dice

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